Por Juan Manuel Karg
Para Tiempo Argentino
Bolivia irá a las urnas mañana para votar presidente, vicepresidente, 36 senadores –cuatro por cada uno de los nueves departamentos– y 130 diputados nacionales, dentro de los cuales siete serán elegidos por una circunscripción especial "indígena originario campesina", tal como informó el Tribunal Supremo Electoral.
La dupla formada por el mandatario Evo Morales Ayma y el vice Álvaro García Linera, del Movimiento al Socialismo (MAS), aparece como favorita en las encuestas tras ocho años de transformaciones sociales, económicas y políticas que favorecieron a los sectores más postergados de la sociedad boliviana.
En promedio, los números de las principales encuestadoras del país –Ipsos y Equipos Mori– ubican a la fórmula del MAS orillando el 60%, por lo que le faltarían pocos puntos para superar su propio récord: 64%, en 2009. Morales, por ende, ganaría en primera vuelta, sin la necesidad de ir a un segundo turno.
En la oposición, la disputa será entre el empresario Samuel Doria Medina, de Unión Democrática (UD), y el ex presidente Jorge "Tuto" Quiroga, en representación del Partido Demócrata Cristiano (PDC). Ambos tienen dos objetivos, uno particular y otro compartido.
El primero es arribar al segundo lugar, para mostrar liderazgo dentro del heterogéneo espacio opositor. De acuerdo con Equipos Mori, Doria Medina alcanzaría esa posición, con una intención de voto del 18 por ciento.
El segundo objetivo, compartido por ambos, tiene que ver con que el MAS no logre conquistar los dos tercios de la Asamblea Legislativa Plurinacional. Como se ve, la oposición conservadora boliviana no pasa por su mejor momento, al punto de que no ha podido presentar una candidatura unificada, como sí sucedió en otros países con gobiernos de similares características.
Juan del Granado, del Movimiento Sin Miedo (MSM), y Fernando Vargas, del Partido Verde (PVB), los dos con un perfil de centro, completan el pelotón de candidatos que disputarán la elección. Un elemento indispensable a considerar al momento de realizar cualquier elección presidencial tiene que ver con la situación económica que vive el país: Bolivia es, según la Cepal, una de las economías que mayor crecimiento tendrá en América Latina durante este año, con una estimación de un 5,5%, por encima del promedio de la región.
La nacionalización de los hidrocarburos, realizada en el año 2006, permitió una política soberana de YPFB, que contribuyó al crecimiento económico, logrando que el país cuente en este momento con unos 40 mil millones de dólares de reservas internacionales, según anunció el presidente Morales días atrás.
Por este crecimiento económico es que las encuestas también favorecen a Morales en la llamada "medialuna", que supo ser un bastión opositor cuando, en 2008, se produjo un intento de desestabilización que provino de allí y frenó a tiempo la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
De acuerdo con el más reciente sondeo de Ipsos, con el 43% de intención de voto en Pando, 44% en Beni, 50% en Santa Cruz y 54% en Pando, el presidente-candidato se impondría en toda la región.
"Tanto se decía: 'Santa Cruz no quiere a Evo.' Mentira. Acá estamos y somos muchos", dijo Morales ante miles de cruceños el pasado martes, mostrando el nuevo idilio con el MAS en las tierras donde hace algunos años atrás se intentó cocinar su salida del Palacio del Quemado. Luego, cerró la campaña en El Alto, La Paz, su histórico bastión, donde su intención de voto alcanza el 70 por ciento.