Gabriel García Márquez hace un recuento de la historia de su vida a través de este film de Yves Billón y Mauricio Mártinez-Cavard, el cual nos sumerge en ese mundo mítico, mágico y maravilloso de los pueblos caribeños colombianos, donde nació y se crió acompañado de los cuentos de guerras de su abuelo y del mundo femenino de las mujeres de la casa de su niñez.
El Gabo nos habla las influencias de los escritores del sur de los Estados Unidos, con las que encontró grandes coincidencias, como el elemento común de las bananeras, tal es el caso de la United Fruit Company, enclave colonialista y de explotación de muchos pueblos de Latinoamérica.
Hace un análisis de la técnica para escribir, como llegar al lector, "hipnotizarlo", como él mismo refiere: "Toda mi formación es a base de la cultura popular (...) yo... conozco otras culturas y he estudiado, pero lo que a mi realmente me ha sustentado, me conmueve y... me motiva es la cultura popular".
Luego, añade: "La escritura de ficción es un acto hipnótico, uno...trata de hipnotizar al lector para que no piense sino en el cuento que tú le estas contando, y eso requiere una enorme cantidad de clavos y tornillos y bisagras para que no despierte, eso es lo que yo llamo la carpintería, es decir, es la técnica de contar, la técnica de escribir, o la técnica de hacer una película, una cosa es la inspiración, otra cosa es el argumento (...) Cuando uno atrapa a un lector...logra comunicarle un ritmo respiratorio, que no se puede romper porque si se rompe despierta, y entonces cuando uno ya logra ese ritmo en la escritura, de pronto encuentra que hay una frase coja, ahora en términos de ritmo, entonces yo llegó a poner un adjetivo o dos adjetivos, cualquier cosa de tal manera que no rompa ese ritmo y son adjetivos que no tienen que estar allí, pero están para que no despierte el lector, eso es carpintería"
