
La deuda soberana argentina ha sido formalmente excluida del índice EMBI+ (Emerging Markets Bond Index Plus) de J.P. Morgan, el indicador más riguroso y seguido por inversores internacionales para medir el riesgo país de las naciones emergentes. La decisión, que se conoció a fines de septiembre, supone un cambio técnico con importantes consecuencias en la transparencia y frecuencia de la información disponible para el mercado.
Adiós al monitoreo en tiempo real
La principal consecuencia de la exclusión es el fin del monitoreo en tiempo real del riesgo argentino. Los bonos soberanos del país han sido reubicados en un indicador más amplio y menos estricto, el EMBI Global Diversified (EMBIGD).
Mientras el EMBI+ ofrecía una actualización minuto a minuto de la prima de riesgo que los inversores exigen a la Argentina, el nuevo índice reduce esa frecuencia a una sola cifra diaria, correspondiente al dato de cierre del día anterior.
Para el mercado y los analistas, esta relegación implica un desafío. "La falta de un dato en tiempo real quita visibilidad sobre las fluctuaciones intradía, lo que puede aumentar la incertidumbre y reducir la liquidez en la operatoria con bonos argentinos", explicó un reconocido analista financiero.
Fuentes de mercado cercanas a J.P. Morgan han sugerido que la medida responde a un requisito técnico de antigüedad. La mayor parte de los bonos soberanos argentinos, emitidos durante la reestructuración de deuda de 2020, se aproximan al límite de cinco años de antigüedad exigido por el EMBI+ para nuevas emisiones. Al no haber nuevas emisiones que cumplan con los criterios de elegibilidad más estrictos, los títulos fueron movidos al índice más general.
¿Qué es el riesgo país y por qué es crucial?
El riesgo país, popularmente conocido a través de la métrica del EMBI, representa el sobrecosto que un país debe pagar para endeudarse, comparado con lo que paga el Tesoro de Estados Unidos (considerado libre de riesgo).
Un riesgo país alto, expresado en puntos básicos (pb), indica que los inversores perciben un mayor peligro de default (incumplimiento de pago). Si bien la exclusión no altera el riesgo intrínseco de la economía argentina, sí afecta la forma en que se lo percibe y difunde a nivel global.
Para los inversores, el EMBI+ es una herramienta fundamental, ya que muchos fondos de inversión y ETFs (Exchange Traded Funds) lo replican para armar sus carteras de deuda emergente. La salida del EMBI+ podría, en un escenario extremo, forzar a algunos de estos fondos a vender los bonos argentinos al ya no formar parte de su índice de referencia.
En síntesis, aunque la deuda argentina permanece en la "familia" de índices de J.P. Morgan, su salida del EMBI+ es un recordatorio de que, a nivel técnico y de liquidez, el mercado aún la sitúa en una categoría que requiere más flexibilidad y menos exigencias para su seguimiento.
La marca del JP Morgan en el gobierno de Milei
Un rasgo distintivo del equipo económico del presidente Javier Milei es la significativa presencia de funcionarios con experiencia previa en el sector de las finanzas internacionales, particularmente en el banco de inversión J.P. Morgan.