El empleo de baja calidad o mal pago sigue siendo fuerte en Gran Mendoza, que en el segundo trimestre de 2023 registró un leve descenso del desempleo (de 5,6% a 5,3% entre el primer y segundo trimestre) pero mantiene por arriba de los 100.000 los que tienen empleo pero buscan otro para llegar a fin de mes mientras que crece la subocupación.
Hay 88.000 personas, sólo en Gran Mendoza, que sobreviven con trabajos de pocas horas, changas y en negro, según el informe publicado este miércoles por el INDEC.
Hay un crecimiento respecto del anterior trimestre, cuando se registraron 86 mil. La Encuesta Permanente de Hogares considera que una persona que trabaja unas pocas horas a la semana en cualquier tipo de tarea no está desempleada.
Los que tienen trabajo y buscan otro para sobrevivir, en comparación del segundo trimestre de 2022, cuando eran 142.000, bajaron en el segundo trimestre de este año a 119.000. Respecto al primer trimestre la baja es muy leve, eran 120.000. Es decir, hay mil personas ocupadas menos que demandan otro empleo. O les subieron el salario de manera significativa o en el momento de ser censados habían dejado de buscar.
Todos son datos previos a la devaluación del 22% y su consecuente degradación salarial.
En los gobiernos de Cornejo y Suarez fueron creciendo y consolidándose ambos indicadores. Por tomar un año, en el inicio del 2018, a la mitad del gobierno de Cornejo, los que vivían de changas eran 54.000 personas, en una población económicamente activa de 427 habitantes. Los que tenían trabajo y no llegaban a fin de mes eran 72.000. A fines de ese año eran 73 mil los subocupados y 98.000 los que tenían un salario insuficiente y salían a buscar otros empleos.
Cornejo le entregó el gobierno a Suarez a fines de 2019 con 177.000 personas con trabajo pero que buscaban otro empleo porque no llegaban a fin de mes. En ese momento 125.000 personas vivían de changas o trabajos en negro.
Ni siquiera la pandemia fue tan dañina para el empleo como el gobierno del que ahora se postula nuevamente para la gobernación. También multiplicó los pobres y el desempleo, todos datos relacionados entre sí.
En Mendoza hay 155.000 pobres más desde el 2015: Cornejo creó más pobreza que la pandemia
Con pandemia y todo, a principios de 2021 ambos indicadores habían mejorado en Mendoza: en el primer trimestre eran 122.000 personas ocupadas pero demandantes de otro empleo y 91 mil subocupados. A fines de ese año se mantenían los subocupados, pero ya comenzaba a consolidarse el ejército de trabajadores pobres.
A fines de 2022, un informe del Consejo Empresario Mendocino (CEM) advirtió que el empleo asalariado registrado privado en Mendoza se encuentra prácticamente en los niveles de 2012. Lo que sí creció, y a niveles récord, es el empleo en negro, mientras que el empleo registrado privado en Mendoza cayó 0,4% entre 2012 y 2022.