Hicieron cola para cachetear a Macri por la muerte de Winner, el oso polar del Zoológico de Buenos Aires

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La muerte de Winner - quien según los expertos no resistió las altas temperaturas y el estrés de la pirotecnia- sirvió de punta de lanza para que legisladores porteños criticaran al líder del PRO por su gestión en la ciudad. 

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El oso polar del Zoológico de Buenos Aires murió por las altas temperaturas en la madrugada del 25 de diciembre -hipertermia es el término técnico- según informó el director de Bienestar Animal, Miguel Rivolta. El episodio sirvió de punta de lanza para que algunos legisladores fustigaran la gestión de Macri.

Los legisladores cuestionaron la renovación de la concesión del predio de Palermo a la empresa que lo gerencia desde hace 20 años pese a una auditoría que refería una falta de mantenimiento del predio.

"Es importante que la muerte de este animal, que siendo aún joven pagó con su vida las condiciones a las que fue sometido durante su cautiverio, sirva de antecedente para que en la Ciudad de Buenos Aires tomemos conciencia y no volvamos a tener osos polares", sostuvo el legislador Adrián Camps, del Partido Socialista Auténtico.

En ese sentido, el diputado insistió en que "nosotros queríamos discutir qué tipo de zoológico queremos para el futuro, pero el Gobierno del Mauricio Macri decidió un remate al mejor postor, sin tener en cuenta quién ofrecía la mejor propuesta desde el punto de vista del bienestar animal y científico", advirtió.

En sintonía, el legislador kirchnerista Francisco "Tito" Nenna sostuvo que "propusimos una auditoría de corte que determine el estado del patrimonio arquitectónico del zoológico y revise las condiciones en que se encontraba la fauna, pero el macrismo se empecinó en prorrogar la concesión una y otra vez o impulsar una licitación sin auditar".

Según consignó el diputado, la renovación de la concesión se dio "pese a que se apilaban denuncias sobre desaparición de especies animales, falta de mantenimiento e inversión y complacencia indefinida con el sector privado. El deterioro del zoológico es responsabilidad absoluta del Gobierno porteño".

El 19 de octubre, la empresa Jardín Zoológico, que es la concesionaria del predio de Palermo desde 1991, ganó la licitación para continuar explotando ese espacio recreativo, por cinco años, con un canon mensual de 1.010.000 pesos, en el marco de críticas de parte de legisladores de la oposición.

En rigor, los diputados mencionaron la existencia de un informe de la Auditoría General de la Ciudad, del 2008, en la que atribuía a los gestores la pérdida de 100 especies faunísticas y falta de mantenimiento en el predio.

Al respecto, la diputada Gabriela Cerruti, del bloque Nuevo Encuentro, destacó que "fue la Auditoría de la Ciudad la que denunció el desastre que es la actual concesión del Zoo, pero Macri se la renovó igual".

"Había denuncias desde hace dos años sobre las pésimas condiciones en que se encuentran los animales, sobre todo el oso polar", dijo en referencia al animal que fue encontrado muerto.

Por su parte, María José Lubertino aseguró que "no puede haber un zoológico con la concepción del siglo 19 con animales que están en situación de maltrato por el sólo hecho que está fuera de su hábitat natural".

"Pero lo de hoy va a volver a repetirse porque, como hace siempre, Macri va a echarle la culpa al cambio climático por la muerte del oso", agregó.

"Fue una situación muy particular"

El director de Bienestar Animal recordó que muchos osos murieron de viejos en las mismas condiciones en que estaba Winner y estimó que "se trató de una situación muy particular generada por la conjunción del ambiente y del individuo", sostuvo Rivolta, quien describió a Winner como muy activo e inquieto.

"Murió por el excesivo calor. Las altas temperaturas fueron determinantes, aunque no se descarta que la pirotecnia le haya provocado un cuadro de nerviosismo que le impidiera termorregular", señaló el veterinario.

El oso, último ejemplar de su tipo en el parque porteño, tenía 16 años y hace cuatro había llegado a este zoo oriundo de Chile.

"Fue hallado sin vida durante las primeras horas de ayer, 25 de diciembre. Cuando llegaron los especialistas, el oso ya estaba sin vida", dijo Rivolta, y aclaró "que no se le administraron sedantes, previendo los efectos que produce la pirotecnia a los animales, porque está contraindicado".

Según el veterinario, un animal dormido con calor tiene más probabilidades de morir porque no puede termorregularse mediante el jadeo o accediendo a una fuente de agua.

Fuente: Télam

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