Por Gabriela Valdés
@gabivaldes
"Su afán de superación lo lleva día a día a incrementar sus conocimientos". En su momento ésa fue una frase alentadora en el currículum del ex comisario Orlando Gutiérrez, que subió varios peldaños en su perfeccionamiento como represor adoctrinado en la "lucha antisubversiva". Hoy es parte del grueso expediente del II Juicio de Lesa Humanidad de San Rafael, donde la fiscalía acusó a 26 militares y ex policías por torturas, secuestros y homicidios cometidos antes y después del golpe del 76, dando detalles de cómo se prepararon con cursos especiales y de perfeccionamiento dictados por los altos mandos para ejercer la represión ilegal.
En el inicio del proceso, en el Centro de Congresos y Exposiciones de San Rafael el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°2 de Mendoza, -presidido por Fátima Ruiz López y que se completa con Héctor Fabián Cortes y Pablo Díaz Lacava- oyó los autos de la elevación a juicio por parte del Ministerio Público Fiscal, representado por el fiscal general Dante Vega y el fiscal subrogante Pablo Garciarena.
Garciarena y Vega enumeraron los crímenes de los que se acusa a los militares y policías, las víctimas que los padecieron y algunas de las constancias que, consideraron, prueban la plena responsabilidad de los implicados, como los mencionados cursos de perfeccionamiento en lucha antisubversiva, de inteligencia, de interrogación, de infiltración en entidades sindicales o de estudiantes. Cada uno de estos cursos, anotados como una estrella en su foja de servicios, los involucran ahora como miembros partes de un aparato represivo estatal que comenzó poco antes del golpe del 76 y culminó con el retorno a la democracia.
La mayoría de los acusados estuvo presente en la sala sureña mientras que tres escucharon la acusación en Ezeiza y otros tres en tribunales de Mendoza. Raúl Alberto Ruiz Soppe, Carlos Alberto Ochoa, Cecilio Oseas Martínez y Luis Alberto Stuhldreher (este último llego tarde a la audiencia, fue trasladado en una ambulancia desde Luján a Mendoza por complicaciones en su salud) presenciaron el inicio del juicio desde Mendoza. Por su parte Luis Ricardo Rizo Avellaneda, Aníbal Alberto Guevara y Miguel Ángel Báez estuvieron en Ezeiza.
Ver: la lista de acusados en el II Juicio de Lesa Humanidad de San Rafael
El proceso continuará en febrero con los testimonios que intentarán probar la responsabilidad penal de los acusados en los crímenes cometidos contra 72 víctimas, 68 de las cuales fueron secuestradas en 1976. Catorce de los casos de privaciones ilegales de la libertad que llegaron a este juicio se originaron antes del golpe: los primeros datan de febrero de 1976, mientras que otra importante cantidad de hechos fueron perpetrados entre el 23 y el 24 de marzo, en los albores de la dictadura.
Además, en el juicio se intará establecer el uso que se le dio a edificios como el de la Municipalidad de San Rafael, el destacamento de Bomberos de ese departamento y los galpones de la bodega Garbín como centros clandestinos de detención y torturas.
En ese sentido se mencionó en la elevación a juicio el caso de Héctor Ortiz, secretario de la Juventud Justicialista, detenido en marzo del 76 frente a la estación del ferrocarril y trasladado a la bodega Garbín, donde tomó contacto con otro detenido allí, Alberto Lazo.
Familiares de represores llevaron sus banderas
A poco del inicio de la lectura de acusaciones, el fiscal Vega solicitó a la presidenta del Tribunal que exigiera a los presentes que mantuvieran seriedad y evitaran actos de confrontación "como lo ha sido la presencia de familiares de los detenidos con globos diciendo que la cifra de desaparecidos está inventada, eso es una provocación". Ramiro Dillon, uno de los abogados defensores de los acusados retrucó: "También hay banderas que dicen 'genocidas'". La presidenta del tribunal terció por la libertad de expresión de ambas partes y pidió que el proceso se desarrolle "en paz".
En las afueras de la sala, mientras tanto, eran mayoría las banderas reivindicativas de la defensa de los Derechos Humanos, los carteles con los rostros de las víctimas del aparato represivo del estado y las de agrupaciones políticas que acompañaron el inicio del juicio, como La Cámpora, el Movimiento Evita, el Partido Obrero y sindicales como la CTA y el SUTE.
Como apoyo a los familiares y a la causa nacional por la cual se busca enjuiciar a los responsables del terrorismo de estado presenciaron el inicio del proceso Horacio Pietragalla, nieto recuperado y diputado nacional del FPV, y los diputados nacionales Guillermo Carmona y Anabel Fernández Sagasti (ambos del FPV).
Un grupo minoritario levantó sus consignas contra el proceso de enjuiciamiento. Llevaban globos con leyendas como "Auxilio Papa Francisco", "Se inventaron los 30.000 (N. de la R.: en alusión a la cifra de desaparecidos) por U$S", "Los castigan y son inocentes", "Montoneros asesinos".
