A las 21:57 horas del jueves, el periódico ABC ya informaba en su edición online qué se iba a hacer con el cadáver de Teresa Romero, la auxiliar de enfermería ingresada en un hospital de Madrid tras haberse contagiado con el ébola mientras atendía a uno de los religiosos repatriados. Este es el texto íntegro de su indecente 'exclusiva', ya eliminada de su web, que solo unos miserables pueden haber escrito...
"El cuerpo de Teresa Romero, igual que ocurrió con los de misioneros Miguel Pajares y Manuel, se incinerará cumpliendo los protocolos de seguridad recogidos en el decreto 124/1997 de Sanidad Mortuoria de la Comunidad de Madrid, según fuentes de la Consejería de Sanidad.
En dicha norma se establece como cadáver de grupo 1, que comprende personas cuya causa de defunción representa "un riesgo sanitario tanto de tipo profesional para el personal funerario como para el conjunto de la población", según normas y criterios fijados por la Administración Pública.
El protocolo establece que no se puede realizar una autopsia debido a la elevada carga viral de los fluidos corporales, ni tampoco ningún procedimiento de preparación, por lo que se ha procedido directamente a su incineración.
El decreto también establece que los féretros deben tener una serie de características para este tipo de casos. Así, el receptáculo debe ser estanco para proceder a su traslado y en su interior debe contener material absorbente y deberá estar provisto de un dispositivo depurador para equilibrar la presión interior y exterior."
La Cope también publicaba en su web que Teresa ya había fallecido, una noticia que eliminó después sin pedir disculpas por su repugnante actitud, como tampoco hizo ABC.
Otro fulano de la caverna ha rebuznado en su cuenta de Twitter con un comentario vomitivo sobre la actuación de Teresa.
Al final el contagio se produjo de la forma más previsible y tonta: fallo humano de la enfermera que en el pecado lleva la penitencia.
— JiménezLosantosDICE (@FJ_Losantos) octubre 9, 2014
En las últimas horas han ingresado en el centro hospitalario las dos peluqueras que depilaron a Teresa, un médico, dos enfermeras, un enfermero supervisor y un celador, todos ellos asintomáticos, según el último balance con datos de las 23.00 horas de este jueves, por lo que son 14 las personas que están en observación.
Estas siete personas han quedado ingresadas en la planta de vigilancia activa de contactos de alto riesgo, aunque ninguno de ellos presentaba síntomas de haber podido ser contagiados. Además, ha recibido el alta médica uno de los enfermeros del equipo médico que atendió a García Viejo tras dar negativo en los test del virus.
Fuente: kaosenred.net
