La agrupación HERMANOS detalló ante la justicia cómo buscan en Mendoza a 6 personas con identidad sustituída

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Celeste Seydell, de HIJOS, frente al Tribunal que lleva la Megacausa en Mendoza. Foto: juiciosmendoza.blogspot

 

Frente al Tribunal Federal que lleva adelante la Megacausa contra jueces, militares y policías por complicidad y coacción de la represión ilegal, esta semana se detalló cómo trabaja la agrupación HERMANOS en la búsqueda de niños que fueron robados y apropiados durante la dictadura militar. En Mendoza se busca a seis personas y se ha reestablecido la verdadera identidad de uno de esos niños: la de Celina Manrique Terrera, entregada a los ocho meses de edad al matrimonio Guiraldez Sánchez, poco después de las desapariciones de sus padres, Laura Terrera y Alfredo Manrique, el 25 de julio de 1977.

Celeste Seydell, hija de Pablo Seydell y Mariú Carrera, fue convocada para que explicara cómo trabaja la Comisión de HERMANOS en la búsqueda de quienes fueron apropiados cuando eran niños durante la última dictadura. Celeste pertenece a H.I.J.O.S., que desde 1998 tiene a su Comisión llamada HERMANOS. Desde aquí trabajan bajo dos modalidades. Una es a través de presentaciones espontáneas por llamados telefónicos, mails y ahora se han sumado las redes sociales y la otra es con aportes de datos de personas que creen ser hijas de desaparecidos o que tienen conocimiento de algún caso. Están en contacto permanente con la CONADI (Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad) y el Banco de Datos Genéticos.

Respecto de Celina Manrique Terrera, Seydell contó que en 2006 recibieron un llamado telefónico de una mujer que se identificó como Alicia y dijo ser amiga de Isabel Sánchez de Guiraldez, quien fraguó su condición de madre de Celina, señala el sitio juiciosmendoza.blogspot.com.ar. HERMANOS acordó entonces una reunión con Alicia en su casa. En ese encuentro, la mujer narró que conocía a una familia (Guiraldez Sánchez) que tenía una nena que, para ella, era hija de desaparecidos.

"Alicia recordó que cuando Isabel Sánchez recibió a la niña, el padre apropiador la llevó con una mochila de Margarito Tereré que la mujer quemó porque decía que “la bebita, de 8 meses, se aferraba mucho a esas pertenencias”. Alicia también repasó ante HERMANOS que a fines de 2005 vio una foto de una abuela buscando a su nieta y que le sonaba el apellido Herrera, indudablemente relacionado fonéticamente con Terrera. La mujer, entrevistada por Celeste Seydell y otra compañera, dio los nombres de dos personas vinculadas con la entrega de Celina: el médico Amado Elaskar y el policía Tito Ramponi, de Chacras de Coria. También ratificó el episodio contado en la audiencia anterior por las primas de crianza y por familiares biológicos de Celina, en el que una tía y una prima de la niña se presentaron en el domicilio de Isabel Sánchez, quien escondió a la niñita y, en cambio, les mostró otro bebé varón, hijo biológico del matrimonio", indica el sitio que sigue la diaria de los juicios.

Otro dato ratificado fue el de que Guiraldez frecuentaba (o era dueño) de un bar al que asistían policías y militares. Alicia dio también el nombre de Ricardo Velázquez, un albañil, al que Isabel Sánchez visitaba como vidente. Velázquez también fue entrevistado por HERMANOS y contó una versión parecida, aunque al policía Tito Ramponi lo llamó Tito Morris o Marris.

En una segunda visita a Alicia, le llevaron una foto en la que reconoció a Celina. Entre tanto la Comisión comenzó reunirse con los Terrera. Todo lo actuado por HERMANOS fue aportado a la Fiscalía.

"De la declaración de la testigo es posible inferir que el matrimonio Sánchez/Guiraldez obstaculizó la posibilidad de que Celina Manrique, a quien llamaron 'Silvina' conociera su identidad y tomara contacto con su familia biológica.
A modo de conclusión, Celeste expresó que la apropiación de niños fue un plan sistemático pergeñado por policías, militares y todos los que formaron parte de la dictadura que 'no querían que los niños se criaran con sus padres subversivos y de ese plan participaron médicos, parteras, oficiales públicos…'", indica el blog acerca del testimonio brindado por Seydell.

“Los milicos no querían que los hijos de los subversivos se criaran con ellos. La apropiación fue un plan sistemático, planeado, premeditado, con una estructura que les aseguró médicos, parteras, funcionarios públicos. “Falta encontrar a 400 personas a las que les robaron la identidad, en Mendoza hay seis mujeres desaparecidas y buscamos a seis hermanas o hermanos. ¿En qué cabeza entra robar una nena de ocho meses, quemar sus pertenencias y mentirle?”, señaló la testigo.

El ahora exjuez Otilio Romano mandó a archivar, en 1987, la causa en la que se denunciaba la desaparición de la beba del matrimonio Terrera-Manrique aunque las leyes de impunidad lo habilitaban a actuar en estos casos.
“La Justicia no investigó”, dijo entonces Seydell, para cerrar su testimonio del siguiente modo: “En Mendoza hay seis Hermanos a los que aún buscamos. Los estamos esperando”.

Fuente: juiciosmendoza.blogspot

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