La Cámara de Comercio, Industria y Agricultura de Tunuyán defendió el proyecto Cerro Punta Negra, resistido por los pobladores del Valle de Uco, ambientalistas y cuestionado en un riguroso informe del IADIZA. El empresario hotelero titular de la entidad, Diego Stortini, arengó en ese sentido a "explotar la cordillera de manera formal".
Stortini es dueño del hotel Postales Hotel Boutique y de la Finca Nunca Jamás en Valle de Uco, y es lobbista del proyecto para construir un megaproyecto inmobiliario dentro de la reserva Manzano Piuquenes. "Los que se oponen al proyecto se fundan en un informe del IADIZA que es de un extremo conservadurismo ambiental", fustigó.
El proyecto obtuvo un dictamen lapidario del IADIZA, pero también fue rechazado por una gran mayoría de inscriptos en la audiencia pública, que se manifestaron en contra con un inédito nivel de participación.
El IADIZA concluyó que el proyecto Cerro Punta Negra directamente es incompatible con los objetivos de creación y valores de conservación del ANP Manzano Histórico Portillo Piuquenes.
El titular de la Cámara de Comercio cuestionó a los pobladores que viven del turismo a pequeña escala en la zona del Manzano. "La Cámara de Comercio brega por inversiones formales, que den empleo en blanco por empresas registradas, con inversiones como las que propone Cerro Punta Negra", soltó en radio Nacional Mendoza.
Luego elaboró una curiosa definición de lo que entiende la cámara de empresarios como "sustentable": "Nos interesa un desarrollo sustentable, y la sustentabilidad tiene que ver con la formalidad de las empresas. Hoy el territorio montañés no es explotado formalmente. Nos ha quedado una deuda que es explotar correctamente la montaña. La Cordillera de Los Andes está siendo explotada de una manera muy precaria".
La falacia de la creación de empleo
En la entrevista Stortini omitió un apartado completo del IADIZA que rebate la supuesta creación de empleo que el proyecto tendría para Mendoza.
Señala el IADIZA que el proyecto ha omitido un análisis económico y social de la vida de los pobladores de el Manzano.
“A modo de ejemplo, si las poblaciones más próximas no se analizan, cómo debe comprenderse que más adelante se considere impacto positivo la “generación de empleo” y de nuevos puestos de trabajo, por ejemplo, en tareas de limpieza, atención a los turistas o jardinería. En un lenguaje más llano, si el proyecto tiene potencial de afectar el uso tradicional del territorio y, de su mano, abre riesgos a que se resten recursos a las poblaciones locales, resulta discutible que se considere positivo contrarrestar los desplazamientos de los locales con la contratación de personal de limpieza, seguridad o jardinería, mucho más si se valora que los procesos de producción y trabajo en los que los tradicionalmente han participado las poblaciones rurales próximas se vinculan a la producción ganadera y al turismo”.
Stortini fustigó a informe por "su mirada negativa". "El IADIZA sólo piensa en los ambiental, no piensa en lo socioeconómico ni para el pueblo. Hay que evaluar si el impacto es compensado con más oportunidades para la gente del lugar. Estamos hablando de un departamento que no escapa al 45% de pobreza que tiene la Argentina".
