El Nobel de Economía dedicó su último post en el New York Times a la situación en ese país. Apuntó que no eran necesarios los duros ajustes que impuso la alemana para enfrentar la coyuntura de España.
Paul Krugman volvió a ocuparse de España en su ‘blog’ del New York Times. Y ha llegado a una curiosa conclusión: la devaluación interna impuesta por Alemania ha sumado diez puntos porcentuales a la tasa de paro española.
En un ‘post’ tituado ‘The pain in Spain it´s not hard to explain’ (El dolor en España no es difícil de explicar), Krugman se hace eco de una información publicada por ‘The Wall Street Journal’ en la que se avanza que Bruselas está ajustando su método de cálculo para medir el potencial económico de España y otros países europeos.
Según Krugman, la idea es buena porque con los actuales métodos de cálculo que usa la Comisión hay muchos supuestos problemas estructurales que en realidad no lo son. Por lo que no hubiera sido necesario acometer duros ajustes para enfrentarse a situaciones puramente coyunturales.
España sería un caso muy concreto a seguir porque este economista considera que la mayor parte del desempleo que se ha acumulado en el país durante la crisis se debe sólo a la caída de la demanda y no a la rigidez del mercado de trabajo.
La prueba de esta afirmación está, según explica Krugman en su ‘post’ en el aumento del desempleo en un 150% que se ha registrado en España desde 2005 hasta ahora. El Premio Nobel contrapone esta cifra a las caídas del paro que se han producido cuando las expectativas de subida de precios eran mayores.
De algún modo, la inflación alta era un ‘precio a pagar’ por mantener un crecimiento económico suficiente para crear empleo. Las expectativas de aumento de precios, especialmente en el mercado inmobiliario, hubieran contribuido a mantener a flote el gasto.
Y ahora estaría ocurriendo justo lo contrario. Por lo que, a causa de la devaluación interna que ha mantenido la inflación española por debajo de la alemana, la tasa de paro habría llegado al 25%.
Y no al 15% en el que se habría situado, en opinión de Krugman, si la eliminación de puestos de trabajo no hubiera sido ‘incentivada’ gracias a los recortes impulsados por Bruselas, bajo el patrocinio de Angela Merkel.
Fuente: elboletin.com