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Los tarifazos se llevaron puesta a otra empresa recuperada de Mendoza: Cerámicas Cuyo, que suspendió su actividad hace dos meses por el corte de servicio de gas. La ejecución de brutales aumentos en las tarifas llevó a que la cooperativa pasara de una producción mensual de 300.000 ladrillos por mes, a 150.000 en 2018 y a apagar sus hornos en mayo de 2019.
Lo confirmó Enrique Albornoz en radio La Mosquitera, donde detalló la situación actual de la fábrica: "Hoy tenemos 11 empleados de 43 que levantamos la empresa. La fabrica por deudas de gas suspendió su producción hace dos meses y medio y hay cuatro personas trabajando, entre ellas yo que soy potrero que viene y abre la puerta y prende la luz", señaló.
Apenas comenzaron a ejecutarse los tarifazos gasíferos, en el inicio del gobierno de Macri, las empresas recuperadas sintieron el impacto. 45.000 pesos de luz recibieron en en abril de 2016 los trabajadores de la empresa recuperada La Terre, ex industrias Matas, una de las conserveras más importantes de la provincia, rescatada de la quiebra por sus propios empleados, hoy en riesgo de ser rematada.
El tarifazo golpeó fuerte en las empresas recuperadas de Mendoza: “No sabemos si podemos seguir trabajando”
La situación empeoró y las recuperadas acumularon deuda. Es el caso de Cerámicas de Cuyo -ubicada en el carril Mathus Hoyos, de Bermejo, Guaymallén-. a cooperativa coloca su producción de ladrillos huecos en Buenos Aires, Córdoba y San Luis. Cuenta con un autoelevador cargador, cintas, moldes, hornos y equipamiento de fabricación cerámica que hoy están parados.
Según relato Albornoz, no tienen respuesta alguna ni del municipio de Guaymallén ni del gobierno de Cornejo. "Hemos perdido muchos beneficios del gobierno -puntualizó-. Antes de las elecciones vinieron a prometer que iban a limpiar escombros, hay como 80 camionadas a decirnos que nos iban a limpiar, y hasta ahora no hemos visto nada. Estamos limpiando de manera particular y eso sale caro".
El cooperativista espera que en unas dos semanas puedan retomar las tareas de la empresa, cuando terminen la reparación de máquinas. "Estamos tan mal que ahora dependemos que una persona en Buenos Aires venda los ladrillos y nos paga por día", cerró Albornoz.