Fue el líder de un clan familiar destinado al secuestro y los crímenes. Falleció el viernes en Buenos Aires y si los familiares no aparecen por la morgue será la Municipalidad de General Pico, de donde era originario, la que deba afrontar los costos.
Arquímedes Rafael Puccio, de 84 años, falleció en la madrugada del viernes pero hasta el sábado nadie había reclamado sus restos, según reporta el diario La Arena, de La Pampa.
Según un trascendido una de las personas contactada fue una sobrina de Puccio, que reside en Buenos Aires, pero la mujer no quiso responsabilizarse del sepelio.
La muerte de Puccio ocurrió el viernes antes de las 4.35, cuando confirmó la policía que fueron convocados, en una vivienda de calle 4 entre 27 y 29. En ese domicilio vivió durante los últimos años de su vida el hombre que permaneció preso por más de dos décadas y siempre aseguró que era inocente.
El clan Puccio, comandado por Arquímedes e integrado por dos de sus hijos, fue hallado culpable de los secuestros de los empresarios Eduardo Aulet, el 5 de mayo de 1983; Emilio Naum, el 22 de junio de 1984; Ricardo Manoukian, el 22 de julio de 1982, y Nélida Bollini de Prado, el 23 de julio de 1985.
Los Puccio fueron condenados a reclusión perpetua por esos secuestros extorsivos seguidos de muerte, con excepción del caso de Bollini de Prado, quien fue rescatada con vida.
La muerte fue debido a una enfermedad que sufría el octogenario. Una fuente médica, que le brindó atención ante una emergencia, indicó que hace aproximadamente un mes Puccio sufrió una descompostura. De acuerdo a los primeros síntomas había sido diagnosticado como un accidente cerebro vascular. Pero con la internación y estudios posteriores se determinó que tenía un tumor cerebral. Si nadie reclama el cuerpo la municipalidad de General Pico deberá responsabilizarse de la inhumación, señaló el diario pampeano.