La inflación de los alimentos en Mendoza fue de 9,9% en marzo y se posicionó como la más alta del país, según la comparativa de datos de la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas (DEIE), que depende del Gobierno local, y los datos del INDEC. El nivel general de inflación fue de 6,6%.
Las constantes subas en la comida acumulan 20,2% e el primer trimestre en Mendoza y 61,9% respecto al mismo mes del año pasado. Es uno de los factores que explica el crecimiento constante de la pobreza en esta provincia. Sólo en el Gran Mendoza hay más de 460.000 pobres, el 45% de la población.
El dato muestra que en Mendoza los aumentos constantes evolucionaron a un ritmo más acelerado que en el resto de Argentina, en un contexto en el que el gobierno de Rodolfo Suarez desdeña de los controles de precios y se negó a colaborar con el seguimiento que pidió la Nación en las góndolas.
Cuando, en la segunda mitad de 2021, la Nación pidió monitorear los precios de los alimentos y bebidas, Suarez y el encargado de Fiscalización y Control, José Cortez, criticaron la idea de controlar a los formadores de precios. El mandatario dijo que era una medida "improvisada y electoralista", mientras que Cortez aseguró que no se va a salir a controlar como pide la Nación porque no existe en Mendoza la infraestructura para hacerlo.
Semejante estampida en los precios también se ve reflejada en la incidencia del rubro alimentos en el índice general. En marzo, el peso de la comida -podría decirse que es el único rubro esencial para la supervivencia, y por eso es la base de la canasta básica y de la canasta básica alimentaria, que miden la pobreza y la indigencia- fue de 3,9%, cuando, en general, no suele pasar el 2%.
