Comenzó este lunes el juicio por jurados por el travesticidio ejecutado contra Melody Barrera, acribillada a tiros por el expolicía Darío Chaves Rubio en 2020 en Guaymallén. En el proceso la querella pidió una condena para dar una "reparación histórica" a las miles de víctimas de crímenes de odio, mientras que la defensa alegó que el uniformado mató a Melody en defensa propia.
Cháves Rubio es el único imputado en la causa y llega al debate bajo el encuadre penal de homicidio agravado por el uso de arma de fuego, por odio de género o a la orientación sexual (travesticidio), por la función de policía, ensañamiento y alevosía.
Hay un escenario que no está en discusión: Fue Cháves Rubio quien le disparó a Melody Barrera la misma noche en que había acudido a las calles de Guaymallén en busca de servicios sexuales. La querella alega que fue un crimen de odio, mientras que quienes defienden al policía aseguran que fue en defensa propia porque la chica lo atacó.
El dato que complica al acusado es que él mismo le dijo a un testigo, poco antes de ejecutar el crimen: "A estos travestis los voy a cagar a tiros".
Todas esas instancias se expresaron en el inicio de los alegatos de la Fiscalía, a cargo de Fernando Guzzo y de Andrea Lazo, luego por parte de las querellas, representadas por Viviana Beigel y Lucas Lecour, y finalmente por la defensa del policía, a cargo de Johana Montero.
La línea de los fiscales: "Una excepción de la regla"
Pese al profuso historial de violencia institucional que ostenta la Policía de Mendoza desde el regreso de la democracia, la Fiscalía se esforzó por hacer foco en Chaves Rubio como una "excepción a la regla" dentro de la institución.
En ese sentido, el fiscal Guzzo remarcó: "El que está en el banquillo de los acusados es solamente Chaves Rubio, y no la Policía de Mendoza, a quien le debemos el éxito en la investigación de este juicio".
Lo propio hizo Lazo, quien ensalzó la tarea de la policía y hasta expuso un cuadro sinóptico para reforzar su teoría de la excepción:
"Usaba siempre auriculares para no escuchar las burlas"
A su turno, Viviana Beigel y Lucas Lecour alegaron que el acusado actuó con odio y discriminación a un sector vulnerable de la sociedad.
"Melody nació el 4 de mayo de 1993. La llamaron Diego. Jugaba, iba a la escuela, hizo la comunión, como cualquier niño. En su adolescencia decidió ser Melody, adoptar una nueva identidad, y un género diferente", comenzó Beigel, acompañada de una foto familiar de Melody en su niñez junto a su hermana.
"Melody iba siempre con auriculares, porque no quería escuchar las burlas por pensarse distinta, por querer ser distinta. A Melody la mataron en un crimen de odio, fue un travesticidio", siguió la abogada.
Luego puso el foco en la sociedad que aparta y desecha a quienes tienen preferencias sexuales distintas a la mayoría.
"El travesticidio ocurrió en Mendoza en una sociedad donde se impone ser varón o mujer, pero el que no cree que es varón o mujer es mal mirado. Vivimos en una comunidad donde si algunas vidas se pierden no se consideran importantes (...). En Argentina las trayectorias de las personas travestis trans muchas veces no alcanza los 35 años. Esta sociedad odia la transexualidad, es homofóbica y discriminatoria".
Beigel pidió al jurado mirar en el desenlace fatal de Melody Barrera lo que le ocurre a muchas miles de personas trans y travestis.
"En Melody están miles de otras Melodys. Señoras y señores del jurado esta querella espera de ustedes un acto de justicia. Melody será la bandera de miles que como ella hoy no están. Les pedimos justicia porque a todas ellas, ellos, elles les debemos reparación histórica".
Para su compañero de la querella, el odio que ejerció el acusado contra la víctima quedó patente en la previa del homicidio: "Chaves Rubio expresó su odio a un testigo, a quien le dijo 'a estos travestis los voy a cagar a tiros'. Chaves había ido a comprar servicios sexuales. La calificación correcta es 'motivos de odio'".
Sus abogados dicen que a mató "en defensa propia"
La defensora Johana Montero –parte del equipo de abogados que lidera Pablo Cazabán-, pidió al jurado centrarse en los interrogantes de cómo y por qué, ocurrió el crimen.
“Darío sufrió, no uno, sino dos ataques y luego hizo lo que cualquier otra persona hizo en su lugar y esto es lo que venimos a demostrar”, dijo.
