La represión de la macrista Bullrich dejó un tendal de heridos: usó armas químicas y balas de goma

La ministra de Seguridad. Patricia Bullrich, convirtió a las inmediaciones del Congreso de la Nación en un campo de guerra durante tres días. Involucró a efectivos de cuatro fuerzas federales, que usaron armas químicas y balas de goma para lastimar a los manifestantes que protestaban contra la Ley Ómnibus del presidente Javier Milei.

A la par del bochornoso desempeño del oficialismo en el tratamiento de la ley fundacional del gobierno libertario, Bullrich montó un operativo destinado a provocar a los manifestantes hasta hallar la ocasión de reprimirlos. Más de 20 periodistas resultaron con heridas de balas de goma y de armas químicas.

La ministra ordenó el uso de un gas nocivo para la salud, que, además de provocar quemaduras en la piel, daña las vías respiratorias. La represión fue a mansalva por momentos. La agresión a periodistas fue planificada, puesto que eran acorralados en grupos por la policía y golpeados y baleados mientras se replegaban.

Bullrich desplegó efectivos de la Policía Federal, Gendarmería, la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) y Prefectura para un operativo inútil para el objetivo declamado por la ministra, claramente falaz. Si la intención era despejar el tránsito en las inmediaciones del Congreso, el resultado de la acción ordenada por la funcionaria macrista fue el contrario: convirtió a la zona en un verdadero pandemónium, intransitable y por momentos irrespirable por los efectos de los gases lacrimógenos lanzados son ton ni son en medio de los edificios de alrededor del Congreso.

La desproporción entre la cantidad de efectivos y el armamento con el que contaban frente a grupos acotados de manifestantes que se mantuvieron en calma absoluta hasta que empezaron las agresiones de los uniformados fue advertida hasta por funcionarios de Naciones Unidas.

Un abogado especialista en la defensa de los Derechos Humanos fue herido por una bala policial en un ojo. Matías Aufieri, abogado del Ceprodh, está internado con riesgo de perder la visión en el ojo baleado por las fuerzas de seguridad del Presidente Milei, quien siguió las alternativas de la cacería de opositores organizada por Bullrich, uno de los refuerzos que el Pro le prestó al mandatario libertario para ejecutar su plan de gobierno.

En pose de guerra

La agencia Télam, que tuvo heridos entre sus filas de periodistas, informó que el viernes, cuando se aprobó en general la Ley Ómnibus gracias al aporte de los partidos colaboracionistas, afuera del Congreso los agentes de seguridad avanzaron en formaciones compactas contra la multitud que se había congregado en cercanías del Congreso y los obligaron a retirarse hacia la Plaza, con el apoyo de carros hidrantes y motos que realizaban maniobras para rodear a los manifestantes.

Los uniformados arrojaron gas pimienta a un grupo de jubilados que protestaban contra la media el proyecto de ley, mientras se escuchaban detonaciones en medio del avance de las fuerzas de seguridad.

Los manifestantes se reagruparon en la Plaza y comenzaron a entonar consignas como "La patria no se vende/ La patria no se vende".

La Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (Correpi) denunció que el viernes hubo 14 detenidos afuera del Congreso, a la vez que exigió su liberación.