La tapa de mierda

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"Rapto de un niño se suma a la ola de secuestro fallidos". Ese fue el título principal de la tapa del diario Uno del martes 28 de mayo. Todo mentira. No existió en Mendoza ni el rapto del niño ni la ola de secuestros fallidos. Esa tapa dio lugar a la esquizofrenia social y a que otros medios se "colgaran" de la mentira para montar una sensacional operación que, cuanto menos, usaron para levantar la venta de sus productos "periodísticos".

El periodismo para ser tal cosa debe partir de un hecho real. En este caso hay que entrecomillar la palabra porque el título sensación del diario del grupo Vila-Manzano se formuló a partir de una no noticia. Es decir, de un rapto que no existió más que en la excusa de un niño de seis años que se escapó de su madre por temor a represalias después de haberse sacado una mala nota en la escuela, como develó la investigación llevada adelante por la fiscal especial Claudia Ríos, según lo expuesto por el periodista especializado en temas judiciales, Exequiel Ferreyra, en el diario El Sol, el último viernes. La investigación judicial no hizo más que corroborar los testimonios de las maestras de la institución educativa que fue víctima de la mentira divulgada desde la tapa del diario.

Al final de la semana la única noticia respecto a esta temática es que el diario Uno y los medios que siguieron la línea de la tapa del 28 de mayo mintieron. La tapa que dio por sentado que había ocurrido un rapto y que ese hecho coronaba una seguidilla de intentos fallidos de secuestros en la provincia fue fruto de una historia de ficción que inventó el diario a partir de un supuesto testimonio de una madre que no sólo no fue víctima de ningún hecho delictivo, sino que fue la ejecutora de una agresión a una maestra.

La mentira expuesta como verdad comprobada en la tapa del diario Uno provocó un daño irreparable a la escuela de Las Heras donde el medio aseguró que ocurrió un rapto, sin más datos para corroborarlo que los dichos de una madre enojada con la maestra de su hijo por una nota. La tapa mentirosa no fue la última de la saga del matutino que tiene como director periodístico al licenciado Rubén Valle. El miércoles, con el título basado en un falso hecho haciendo ruido en los medios de todo el país, el diario Uno presionó a la Dirección General de Escuelas para que expusiera cuáles eran las medidas para evitar "este tipo de hechos" que como se comprobó no existió en Mendoza.

Entonces, al día siguiente de la gran mentira el diario llevó de título principal en la tapa: "Medidas de la DGE para evitar raptos a la salida del colegio". Medidas para evitar lo que nunca existió pero que en la bajada del título se siguió tomando como verdad revelada: "A raíz de los recientes intentos de secuestro de chicos y adolescentes...", citó el diario Uno, insistiendo con algo que luego salió a desmentir el ministro de Seguridad, Carlos Aranda.

Con los datos reunidos por la Justicia y los informes policiales en la mano, el funcionario aclaró que los medios que en la última semana asustaron a la población con un secuestro concreto y varios más en grado de tentativa, todos con menores como víctimas, mintieron. Y siguió, acusó a esos medios de generar "falsos hechos", además de "una latente intranquilidad colectiva" basados en noticias falsas.

"En ninguno de los casos que alcanzaron la notoriedad mediática, existió secuestro realmente. Todos tuvieron una explicación ajena a esta grave modalidad delictiva", dijo Aranda en un informe que abordó el tema mediático de la semana, según informó el portal MDZ.

"Sin embargo, la magnitud de la palabra secuestro potenciada por su difusión en los medios, genera, por un lado, un falso hecho; y por el otro lado, una latente intranquilidad colectiva", agregó el ministro. El diario que inició la ola de esquizofrenia social respecto a una amenaza basada en un hecho inexistente, el jueves tituló en su edición digital: "Paranoia por secuestros: la búsqueda de un chico que se había equivocado de micro tuvo a maltraer a la Policía". Es decir, el proceder del diario generó un trabajo innecesario de la Policía, según la información del propio diario Uno.

En conclusión, la opinión pública fue sacudida por una serie de falacias convertidas en noticias sin ningún lugar para que los consumidores pudiesen dudar de la veracidad de las mismas.

 

 

Javier Polvani
@javierpolvani

 
 

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