Jorge Lapeña pidió discutir si vale la pena apostar todo en materia energética a Vaca Muerta. Planteó que el gas de la formación no convencional no es competitivo. Y que el petróleo presenta dudas sobre la posibilidad de renta para su producción. "¿Qué beneficio tendría para Argentina apostarlo todo a un proyecto no viable?", preguntó el ex secretario de Energía.
La voz disonante con la versión corriente es de uno de los lobistas que integran el grupo denominado "Los ex secretarios de Energía". Ganaron fama durante los gobiernos kirchneristas gracias a su postura en contra de las políticas para oficiales para el sector.
Lapeña, de origen radical, fue secretario de Energía y luego presidente de YPF durante el gobierno de Raúl Alfonsín. Desde 1985, preside el Instituto Argentino de la Energía General Mosconi, un think tank del sector energético. Escribe columnas en los medios. Este jueves lo hizo en Clarín. "El congelamiento del precio de la nafta abre la caja de Pandora", tituló su aporte a la sección Tribuna del diario que lidera Héctor Magnetto.
A favor del congelamiento
El lobista celebró la bondad del congelamiento del mercado petrolero para evitar subas en los combustibles, que decretó Mauricio Macri después de perder las PASO en el marco de una paquete de corte populista con el que intentó cambiar el humos social contra su administración. Si las elecciones primarias fueron una sorpresa para el presidente, la postura siguiente de Lapeña no lo es menos para los capitanes de la industria petrolera, quienes supieron adularlo hasta no hace mucho.
Dijo Lapeña que si Macri no congelaba el mercado con el DNU 566/19, la nafta y el gasoil cotizarían a 65 pesos en los surtidores. "En un mercado deprimido por la recesión la conmoción política y económica que este hecho podría haber provocado, hubiera sido solo comparable a la que ocasionó el recordado incremento de la nafta del ministro Celestino Rodrigo en 1975", consideró.
El DNU de Macri generó un terremoto en la industria y las provincias petroleras. Su defensa, por parte de Lapeña, desembocó en la siembra de dudas serias sobre el potencial serio de Vaca Muerta. Ni el gas ni el petróleo no convencional son negocios convincentes para Lapeña.
Duda no convencional
En palabras del propio Lapeña: "Sin dejar de tener en cuenta lo mucho que se ha avanzado en Vaca Muerta en incremento de productividad y baja de costos en los últimos años, todo indica que la producción de gas natural de ese yacimiento que tiene un alto subsidio del Tesoro nacional está lejos de ser viable y competitiva a escala mundial por más que se afirme lo contrario. La construcción de la infraestructura de evacuación para transportar el gas al mercado domestico y mucho más aún para la exportación masiva de GNL (planta de licuefacción y puertos) es un desafío enorme no resuelto sin lo cual no se concretará ningún proyecto.
"En cuanto al petróleo – que creo lo más promisorio de Vaca Muerta por el momento- debe todavía despejar varias incógnitas. Una de ellas es la de saber si el Proyecto seguiría siendo viable con precios del crudo que están dentro del espectro de precios probables que pueden darse en el mercado mundial en los próximos años. Por ejemplo: ¿Cuál sería la viabilidad de VM con los precios promedio que rigieron en la década del 90, ó, sin ir tan lejos, con los precios que rigieron en el trienio 2014-2016? La contestación a esta pregunta clave no surge clara con los argumentos esgrimidos por la industria en estas semanas.
"Las próximas elecciones definirán quien gobernará la Argentina. Es importante que estas dudas que han aparecido en torno al 'yacimiento estrella' que algunos ven como la salvación de la Argentina sean despejadas en forma definitiva. Es una oportunidad; después de todo ¿qué beneficio tendría para Argentina apostarlo todo a un proyecto no viable?"