La centroizquierda de Bersani habría obtenido el 29,5% de los votos en la Cámara de Diputados, mientras la centroderecha de Berlusconi y sus aliados conseguirían medio punto menos, el 29,1%; pero ganaría el Senado.
Pierluigi Bersani y la coalición de centroizquierda han sido los más votados en las elecciones de este domingo y lunes en Italia pero no les bastará para poder gobernar con tranquilidad. Su alianza se ha impuesto en porcentaje de votos tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado —29,5 y 31,6%, respectivamente—, a escasa distancia del bloque apadrinado por Berlusconi y encabezado por su partido, el Pueblo de la Libertad, y la Liga Norte. El centroderecha ha obtenido un 29,1% de los sufragios para la Cámara Baja y un 30,7% para la Cámara Alta.
Se presenta un panorama complicado para el país, en el que la formación de un gobierno estable no parece factible, a tenor de las declaraciones que han realizado en los últimos días los líderes de las distintas opciones.
Bersani admitió tras las elecciones que "se abre una situación muy delicada" para el país, y manifestó que su formación gestionará "la responsabilidad" que les han conferido las urnas "en el interés de Italia". La coalición de centroderecha, por su parte, ha pedido al Ministerio del Interior que no declare un ganador, dado lo ajustado en porcentaje y número de votos con el centroizquierda.
En una comparecencia de prensa en Roma, el exministro de Justicia Angelino Alfano, secretario político del Pueblo de la Libertad (PDL) de Berlusconi, aseguró que los resultados del Ministerio de Interior son solo "oficiosos" y "sujetos inevitablemente a un margen de error".
"En estas condiciones, como siempre ocurre en Estados Unidos, la autoridad que se encarga de la difusión de los datos oficiosos no puede hacer otra cosa que declarar el 'too close to call', es decir la imposibilidad de declarar al vencedor considerada la diferencia irrisoria de votos a nivel de porcentaje y en términos absolutos", añadió. Un resultado tan dispar como el que por el momento se presenta podría arrastar de nuevo a Italia al abismo de la quiebra. El país está siendo vigilado de cerca por Bruselas y los mercados, que ven en un Gobierno de Bersani con apoyo de Monti como la mejor garantía para llevar a cabo las reformas.
Esta exigencia de la coalición de Berlusconi llega después de que con prácticamente la totalidad de los votos escrutados en territorio italiano en la Cámara Baja solo existan 0,39 puntos de diferencia entre el porcentaje de voto del centroizquierda, ganador con un 29,56 % (10.009.767 votos), y el del centroderecha, segundo con un 29,17 % (9.879.752 votos). Esta cuestión es clave, pues el sistema electoral italiano prevé la atribución de una serie de escaños extra, en concepto de premio por mayoría, a la coalición que obtiene el mayor número de votos.
Este premio de mayoría beneficia, sin embargo, al centroderecha en el Senado, que arroja un escenario sin mayoría clara, aunque con más votos del centroizquierda, pero donde estos escaños extras se reparten región por región, siendo clave el resultado de la populosa Lombardía (norte), habitual caladero de votos conservadores y que aporta casi una cincuentena de senadores.
La coalición de Berlusconi, quien había lanzado como promesa estrella la devolución del impuesto sobre la vivienda habitual pagado en 2012, se lleva el premio de mayoría de Lombardía, con un 37,62 % de los votos, frente al 29,73 % del centroizquierda de Bersani.
Este resultado, junto a los de otras regiones, arroja un escenario en el que, con un total de 315 miembros electos, el centroizquierda conseguiría 119 escaños en el Senado, frente a los 110 del centroderecha de Berlusconi, los 56 de Grillo y los 19 de Monti.
Con una mayoría absoluta cifrada en 158 senadores, Bersani necesitaría buscar aliados y no le sería suficiente ni siquiera con los senadores de Monti, lo que puede traducirse en un bloqueo en este hemiciclo, donde parece poco probable que la antipolítica defendida por Grillo esté dispuesta a pactar con los partidos tradicionales.
Ya en 2006, el Gobierno de centroizquierda de Romano Prodi que salió de las urnas vivió una situación inestable (duró solo cerca dos años), con un Senado en el que tenía mayoría gracias al apoyo de los senadores vitalicios.
Gran resultado de Grillo
Además, el gran resultado de Grillo —25,5% en Cámara de Diputados y 23,8 en el Senado—, sin duda el vencedor moral de estas elecciones, complica aún más la tarea, puesto que su movimiento no sería un fácil aliado para el centro-izquierda pero sería un socio imposible para el centro-derecha.
"Berlusconi y Bersani son unos fracasados, han llegado a este país a la catástrofe", ha aseverado el cómico en su primera reacción tras conocer los buenos datos -a falta de resultados definitivos—. Asimismo, ha subrayado que "devolver el país a Berlusconi durante seis meses o un año sería un crimen galáctico". "Haremos todo lo que prometimos en campaña", ha aseverado.
Mientras Monti y su propuesta de centro, con un resultado alejado de las expectativas depositadas en él por los que le han respaldado para seguir en el cargo, no suponen un respaldo que pueda hacer caer la balanza del lado del centro-izquierda para poder gobernar.
Además, el primer ministro saliente ha señalado recientemente que no podría formar parte de una alianza con Bersani en la que también esté el líder de Izquierda Ecología Libertad (SEL), Nichi Vendola, un excomunista y homosexual. Tampoco parece posible que dé su respaldo al centro-derecha, tras las duras críticas que Berlusconi ha hecho en su contra durante la campaña.
¿Elecciones anticipadas?
Ante este panorama, y descartada también una gran coalición como la que en su día gobernó Alemania, algunas voces en las filas del Partido Democrático han hablado ya de nuevas elecciones, si bien el 'número dos', Enrico Letta, cree que ésta no es la mejor opción.
Letta subrayó, antes de que se conocieran los resultados finales, que "quien gane en la Cámara deberá tener el honor de la responsabilidad de formular las primeras propuestas al presidente de la República", Giorgio Napolitano.
Por su parte, en el Pueblo de la Libertad no dudan en atribuir el gran resultado obtenido, muy por encima de lo que les auguraban los sondeos hace unos meses, a Berlusconi, que una vez más parece resurgir de sus cenizas cuando se le daba por perdedor.
Berlusconi, quien siguió los resultados desde su residencia en Arcore, resaltó que estaría dispuesto a colaborar con Bersani pero solo para sacar adelante reformas como la electoral o la de la justicia. La Repubblica informó que el ex primer ministro no está dispuesto a una gran coalición y "sacar las castañas del fuego" al centro-izquierda.
Participación del 75,17%
Según los datos confirmados por el Ministerio del Interior, se ha reflejado un descenso de cinco puntos en la participación en comparación con los comicios de 2008. En concreto, el 75,17% de los electores ha votado a sus representantes en la Cámara de Diputados. En las anteriores elecciones, el índice de participación para la Cámara Baja fue del 80,5%.
Para el Senado ha votado un 75,19% de los electores, también por debajo del 80,46% registrado en 2008, según los datos comparativos publicados en su página web por Interior, ya con los cálculos definitivos.
Fuente: 20 Minutos