
Después de cuatro noches en un calabozo del complejo Estrada, Facundo Gollano —asambleísta territorial y tatuador de Villa Hipódromo— fue liberado este martes pasadas las 13. Su detención se produjo el viernes pasado, al cierre de una marcha pacífica en la capital mendocina contra el proyecto megaminero San Jorge, cuando un operativo policial desmedido transformó la jornada.
Inicialmente imputado por “robo simple en grado de tentativa”, la acusación fue modificada en las últimas horas a “daño agravado” contra una bicicleta policial. El cambio de carátula, basado en la declaración de cuatro efectivos, generó indignación entre organizaciones socioambientales, que desde el primer momento exigieron su liberación y denunciaron “causas armadas” para criminalizar la protesta.
Megaminería sin licencia social
El reclamo por la libertad de Gollano se inscribe en una resistencia territorial que lleva más de 15 años. El proyecto San Jorge, ubicado en la zona de Uspallata-Polvaredas, no cuenta con licencia social, según reiteran las asambleas. “Sus externalidades negativas de orden ambiental, social y económico afectan a toda la cuenca del Río Mendoza”, advierten, y denuncian que la empresa “se niega sistemáticamente a responder los cuestionamientos técnicos”.
La detención de Gollano, en ese marco, fue leída como parte de una campaña oficial para imponer la megaminería a fuerza de criminalización y silenciamiento. “La marcha fue pacífica, la represión fue desmedida. Facundo fue capturado sin mediar provocación”, señalaron desde la Asamblea Popular por el Agua.
Intervino en la audiencia de San Jorge y el Gobierno
Facundo es un activo asambleísta de Godoy Cruz. Intervino en la audiencia pública oficial organizada por el Gobierno y la minera en el campamento de la estancia Yalguaraz.
No fue una intervención más: usó un versículo bíblico. "Quiero agradecer a las autoridades por la oportunidad de comunicar el mensaje que está reservado a la tribulación. Por el espíritu santo del redentor Cristo de Nazaret, Yeshua, el mesías, soy su siervo", arrancó.
"Minar la tierra, es desfavorecerla, es una explosión, es un método bélico. Para todas las personas que necesitan trabajar, que necesitan los medios de producción, que se los pueden ganar por propia autonomía. Nunca van a lograr la licencia social bajo el concepto de minería. Pueden optar por extracción manual, pueden optar por soberanía popular inscribiéndose como parte del lugar, pero ni siquiera así podría dar esa licencia".

