Con aval de la oposición

Litio, Hierro Indio, San Jorge y Código de Aguas: cómo sigue la agenda de Cornejo para imponer la megaminería y enterrar definitivamente la 7722

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Cornejo encaró con éxito un embate contra la Ley 7722 sin blanquear discursivamente esa batalla,

Litio en San Rafael. Hierro Indio en Malargüe. Creación del Código de Aguas. La agenda megaminera del cornejismo irá por más después del ok definitivo de la Legislatura al paquete de 34 proyectos de exploración de cobre en Malargüe y la eliminación del EPAS para pasarle todo el control del agua a Irrigación.

El espaldarazo de la Legislatura, con rol clave de la oposición, le dio a Cornejo una potente herramienta para avanzar llevando "una señal a los inversores" sobre el buen clima de negocios  sin conflictividad, tal como vendió a Mendoza en cada foro prominero el gobernador.

Sin necesidad de modificar la 7722 -su objetivo de máxima- el mandatario logró ablandarla y convertirla en letra muerta, primero con el Código de Procedimiento Minero, y este martes con la aprobación de un paquete inédito: en lugar de discutir cada Declaración de Impacto Ambiental (DIA) pasó de una sola vez 34 exploraciones.

Mendoza como una "tierra de oportunidades",  sin restricciones legales, sin resistencia social ni posibilidad de conflictos laborales y con gran "clima de negocios" para hacer minería. Tal es la propaganda del cornejismo, que acaba de ser refrendada en la Casa de las Leyes.

"Nos hemos abocado a remover todos los obstáculos y legislaciones provinciales que obstaculizaban esas inversiones y esos proyectos y lo hemos diseñado con un altísimo consenso social. Hemos buscado tener un apoyo sustantivo no sólo del sistema político sino también la tan mentada licencia social", remarcó Cornejo meses atrás a popes de la Barrick, BHP y otros magnates de la megaminería.

Litio en el Sur

Después de pasar la "zonificación minera" que implican los 34 proyectos de exploración de cobre bajo el nombre "Malargüe Distrito Minero Occidental", Cornejo irá por la aprobación de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) de la extracción de litio del proyecto Don Luis, en San Rafael.

El proyecto que le bocharon a Paco Pérez

Por estos días Cornejo rosquea para que la Legislatura avance con la explotación de cobre en Hierro Indio, que ya concluyó su fase exploratoria.

El  presidente de Hierro Indio SA, Rafael Dahl, se reunió con la ministra Jimena Latorre y anunció que la empresa comenzará a elaborar el Informe de Impacto Ambiental de explotación, para que en los próximos meses sea presentado al Ejecutivo y luego en la Legislatura.

Para preparar el terreno, el Ejecutivo llevó a una comitiva de legisladores la semana pasada al yacimiento. Hierro Indio, junto con Cerro Amarillo -que se llevó puesta de facto la 7722 al habilitar el xantato- abrirían las puertas a San Jorge, otro gran gigante dormido que espera desde hace años su oportunidad. 

Chau EPAS, todo el poder a Marinelli

Con media sanción en Diputados, esta semana avanzó en comisiones de la Legislatura el proyecto del oficialismo para disolver el EPAS y pasarle todo el poder del manejo del agua a Sergio Marinelli, titular de Irrigación y pieza clave en la expansión del fracking en Mendoza. El EPAS es uno de los entes de control bajo dominio del cornejismo, como el EPRE, el EMOP y la oficina de Ética Pública. 

La disolución del EPAS anticipa una suba de tarifas, y en ese sentido Marinelli ya se ha pronunciado por cobrar según cantidad de consumo.

El manejo del agua por parte del Ejecutivo a través de Irrigación será total. El proyecto señala que “el Poder Ejecutivo, a través del Ministerio de Gobierno, Infraestructura y Desarrollo Territorial, convocará a los organismos de la administración central y descentralizada, institucional o territorial, con competencia hídrica, para que procedan a unificar sus procedimientos en la aplicación de las normas de calidad, su control y la promoción de los sistemas de tratamiento más convenientes”.

Código de Aguas, allegro ma non troppo

Desde que arrancó con su embate prominero, Cornejo sumó a su alfil Sergio Marinelli en la confección de un Código de Aguas que destierre las antiguas leyes que rigen el uso y administración del agua.

El Código de Aguas que impulsan establece que el gobernador de turno puede convertir a la minería en la prioridad de la entrega de agua de los ríos si considera que esta opción será más rentable que regar el arbolado público, por ejemplo.

Esto alarmó a los sectores productivos, que hicieron caravanazos y mostraron su oposición a ambos funcionarios en cuanto foro pudieron alzar la voz. En paralelo, expertos de fuste a los que el Gobierno reivindica, como Guillermo Mathus Escorihuela, cuestionaron la falsa escucha que aplica como método el oficialismo, que consiste en convocar a múltiples voces para después clavar el visto.

Ante el amplio rechazo al proyecto, el Subdelegado de Aguas del Río Atuel, Martín Hidalgo, se apuró en aclarar que “no hay un fecha exacta sobre cuando ingresaría el texto a la legislatura, pero previo a ello los autores van a analizar todas la observaciones buscando un consenso general para elaborar el texto final. Se va a buscar la mayor aceptación para lograr un proyecto útil, ya que pretende que el mismo sea utilizado durante muchos años”.

Además de la oposición de referentes de los oasis productivos, la Mesa de la Producción y el Empleo (MPyE), que reúne a entidades amigables con el Gobierno, como la FEM, la UCIM, la UIM, Acovi, entre otras, entregaron a Marinelli los puntos del Código a los que se oponen:

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