Las cúpulas de las facciones internas que conforman el Frente para la Victoria en Mendoza confluyeron este lunes en un salón de Vistalba, en Luján, a evaluar los daños de la derrota electoral y la forma de curar al menos temporalmente las heridas para dar pelea en condiciones por las PASO y las generales presidenciales. Juraron ser tenaces en el trabajo para que Daniel Scioli y Carlos Zannini tengan el mejor desempeño en la provincia.
Es la primera vez que se junta el generalato del peronismo, en el que los sectores autóctonos le hicieron un lugar al kirchnerismo después de que en las PASO para la gobernación su candidato, Adolfo Bermejo, sumó sólo el 25% de los votos y para quedar en condiciones de competencia contra el radical Alfredo Cornejo, a la postre ganador de las generales, fueron necesarios los votos del 11% que eligió al dirigente K, Guillermo Carmona.
El cambio de escenario para el peronismo es dramático desde que perdió la Gobernación y seis de los doce municipios que gobierna. Bermejo perdió por siete puntos. Si se repitiera el resultado de las elecciones locales en las presidenciales de octubre, el kirchnerismo obtendría todo lo que aspira de Mendoza: una banca en el Senado de la Nación y otra en Diputados. La diputada nacional camporista Anabel Fernández Sagasti tiene su banca en el Senado a tiro, puesto que de los tres senadores que se eligen el que gana las elecciones pone dos y el segundo pone uno. Rubén Miranda, primero en la lista de diputados, y el segundo, Guillermo Carmona, un peronista reconvertido al kirechnerismo puro, conseguirían banca en Diputados con un resultado similar al de los comicios provinciales.
Con los guarismos de las elecciones provinciales, la alianza del radicalismo con macristas, gansos, socialistas y Libres del Sur obtendría tres bancas en la Cámara de Diputados y dos en el Senado. Julio Cobos y Pamela Verasay entrarían a la Cámara Alta si se repitiera el resultado, mientras la empresaria macrista Susana Balbo, el diputado radical Enrique Vaquié y Luis Borsani, ex INV entre otros cargos, irían a la Cámara Baja.
Con ese panorama desplegado sobre la mesa, los cabecillas peronistas lavaron las culpas del 21 de junio, dejando las manchas más pegajosas para después de las presidenciales.
Estuvieron en la reunión, según listó Sitio Andino, el gobernador Francisco Pérez; los diputados nacionales Anabel Fernández Sagasti y Guillermo Carmona; el presidente de la Cámara de Diputados de Mendoza, Jorge Tanús; el senador nacional Adolfo Bermejo; el intendente de Las Heras, Rubén Miranda; el intendente de Lavalle, Roberto Righi; el intendente de General Alvear, Juan Carlos De Paolo; el senador provincial, Eduardo Bauzá; el intendente de Guaymallén, Luis Lobos; el director del Instituto Universitario de Seguridad Pública, Carlos Aranda; el director de Prestaciones Descentralizadas de Anses, Héctor Rasso; el intendente de Tupungato, Joaquin Rodríguez; el intendente de Santa Rosa, Sergio Salgado; quien fuera candidato a intendente por el FpV en Rivadavia, Fabián Montes, por Junín, Ariel Calderón y por San Carlos, Alicia Carballo.
