Los empresarios nucleados en la Unión Comercial e Industrial Mendoza celebraron el éxito del lobby de sus pares en Corrientes, que logró frenar la instalación de una sede de la feria de ofertas La Salada y se quejaron, una vez más, de la existencia de la feria en Santa Rosa.
Mientras tanto, la feria en el Este se expande: multiplicó sus puestos, extendió la atención también a los domingos y, además de los puestos en sí, existe un gran movimiento de beneficiados de forma indirecta por el éxito de la feria, como las empresas de transporte que organizan viajes de compras al paseo.
El apoyo a la feria también se concretó a través de la Agencia Mendocina de Comercialización, que puso en marcha una feria agroalimentaria en el megapolo con puestos con productos de mar, chivos, pan, embutidos, lácteos, oliva.
En Corrientes se frenó la idea de Jorge Castillo de abrir cooperativas de trabajo para la fabricación de ropa y el armado de puestos en un punto estratégico por la cercanía con Brasil, como Santo Tomé, a través de la sanción de una ley prohíbe "que nuevas grandes superficies comerciales vinculadas a formatos no tradicionales, ferias internadas -transitorias y permanentes- o de formatos similares, cualquiera fuere su metodología o modalidad de funcionamiento".
Desde que Castillo intentó, en 2013, llegar a esa provincia con la feria de ofertas -allí una remera cuesta 60 pesos y un jean de dama se puede conseguir desde 90, sin el clásico remarque de precios que hace que el mismo pantalón pueda costar hasta 700- los diarios litoraleños reseñaron la presión de los comerciantes en contra. "Desde que surgió esta alternativa para Santo Tomé, los comerciantes locales se mostraron preocupados e iniciaron una serie de gestiones ante autoridades locales y el parlamento provincial", blanqueó por ejemplo el sitio digitalsantotome.com.ar
A imagen y semejanza de lo que ocurrió en Mendoza, Castillo tuvo una gran oposición de los comerciantes, quienes lo acusaban de actuar en la ilegalidad. “Yo me ajusto a las leyes, a las ordenanzas y a las reglamentaciones que hay en Santo Tomé como municipio y en Corrientes como provincia -se defendió una y otra vez Castillo-, yo me ajusto a eso, voy al municipio y pido las ordenanzas vigentes y de acuerdo a eso yo hago el emprendimiento. Yo no hago nada fuera de la ley, a pesar de todas las pavadas que se hablan de mi y de La Salada, me ajusto a lo que hoy trabaja el comercio de Santo Tomé, ni mas ni menos y también a las disposiciones nacionales…no tengo que hacer eso de hablar con determinada autoridad, por que yo no voy a pedir favores ahí, yo me voy a ajustar a las leyes, hay leyes en Santo Tomé y como cualquier negocio me voy a ajustar a ello. Acá el problema es para aquellos que dicen que no cumplimos con la ley es que se les acaba la fiesta…se les acaba los privilegios por que no quieren competir”.
Los comerciantes lograron en Corrientes que se sancionara una ley que impide que Castillo se instalé allí, celebrada por los comerciantes de Mendoza: "UCIM comparte su satisfacción junto a empresarios de la provincia de Corrientes por la iniciativa legislativa que prohíbe la instalación de La Saladita en esa provincia", subrayaron.
"En nuestra provincia, lamentablemente, este sector se ve afectado por la competencia desleal con emprendimientos tales como La Salada de Santa Rosa, por nombrar el más representativo ejemplo", insistieron, un argumento que Castillo refuta insistiendo en la importancia de las cooperativas que generan trabajo y en la conveniencia de comprar harto más barato que lo que se vende en el centro, aún pagando los impuestos al municipio de Santa Rosa.
Elípticamente, criticaron al gobierno de Mendoza en otro pasaje del comunicado: "La provincia de Corrientes deja plasmado con medidas concretas la intención de defender al comercio legal, apostando al desarrollo de una provincia seria que cuida los interesas de sus co-provincianos".
