El gobierno de Mauricio Macri decretó una modificación del Presupuesto que contempla el pago de unos 20 mil millones de pesos a los dueños de las distribuidoras de gas para compensar pérdidas devenidas de la devaluación que denunciaron las compañías. Es la plata que el ex ministro y ahora secretario de Energía, Javier Iguacel, pretendió cobrarles a los consumidores.
Entre los dueños de las empresas compensadas por Macri aparecen Nicolás Caputo, socio y amigos histórico del presidente; Paolo Rocca, dueño del Grupo Techint, que impulsó el gobierno de Cambiemos; Alejandro Urtubey, hermano del gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, y Alejandro Macfarlane, uno de los primeros empresarios sciolistas que saltaron al macrismo sin escalas en noviembre de 2015. Los mencionados son accionistas de las empresas controlantes de las distribuidoras de gas, como el grupo mendocino Cartellone, la española Fenosa, la francesa Suez, y la estatal argentina YPF.
El decreto establece que "es necesario que el Estado Nacional asuma, con carácter excepcional, el pago de las diferencias diarias acumuladas (DDA) mensualmente entre el valor del gas comprado por las prestadoras del servicio y el valor del gas natural incluido en los cuadros tarifarios vigentes entre el 1º de abril de 2018 y el 31 de marzo de 2019".
El Decreto 1053/2018, que fue publicado este viernes en el Boletín Oficial lleva la firma de todo el Gabinete. Justifica la decisión en que "las volatilidades de las variables financieras y del tipo de cambio que tuvieron lugar este año pusieron en evidencia aspectos no contemplados en el régimen previsto hace más de 25 años". El Decreto 2255, de diciembre de 1992 estableció las Reglas Básicas de la Licencia de Distribución de Gas.
Iguacel quiso cobrarle a los consumidores
Las distribuidoras de gas lazaron un fuerte lobby para cobrar una compensación por el aumento del precio del gas que le compraban a las petroleras cuando comenzaba a moverse la corrida cambiaria.
La presión tuvo resultados a principios de octubre: Macri lo mandó a Iguacel a anunciar en conferencia de prensa que los consumidores pagarían el reclamo de las distribuidoras.
El secretario de Energía hizo un papelón de proporciones, porque su gobierno no tardó más que unos días para desandar el anuncio que hizo. Espantado por la pésima reacción social que causó la conferencia de prensa de Iguacel, Macri decidió que el Estado asumiría el reclamo de las distribuidoras de gas. La medida se acaba de oficializar con un decreto.
Los ganadores
El país fue parcelado en nueve zonas de distribución. No obstante, el negocio está repartido entre siete grupos empresarios, puesto que dos de estos tienen la concesión del servicio en dos zonas cada uno. Los dos tienen a empresarios macristas que desembarcaron en las distribuidores cuando ya corría el mandato de Macri.
Ecogas tiene la distribución en las zonas Centro y Cuyo, mientras Camuzzi opera las zonas Pampeana y Patagonia. En los inicios de la administración nacional de Mauricio Macri, en Ecogas desembarcó el grupo Sadesa, que tiene entre sus accionistas a Nicolás Caputo; y en Camuzzi lo hizo el Grupo Disvol, que regentea Alejandro Macfarlane, quien compró la gasífera después de cobrar la venta de la eléctrica Edelap, que le vendió al grupo que encabeza Marcelo Mindlin, fuertemente ligado al macrismo, al igual que el principal accionista, el inglés Joe Lewis, dueño de miles de hectáreas y una mansión en la Patagonia, en la que suele descansar Macri y su familia.
En cinco provincias del noreste opera Gasnea, una compañía que tiene Alejandro Urtubey, hermano del gobernador de Salta, con el 33 por ciento de las acciones. Al lado, cuatro provincias del Noroeste son provistas por la distribuidora Gasnor, que tiene entre sus accionistas al grupo mendocino liderado por José Cartellone.
En Santa Fe, la distribuidora Litoral, de una subsidiaria de la francesa Suez y el Grupo Techit, del magnate Paolo Rocca, quien por otra ventanilla acaparó este año unos 300 millones de dólares del Estado en concepto de subsidio por la producción de gas de su petrolera, Tecpetrol, en Vaca Muerta.
En la Ciudad de Buenos Aires y el sur del Conurbano, la distribución está a cargo de Metrogas, que es controlada por YPF. En el norte del Conurbano tienen la distribución Gas Natural Ban (ahora Naturgy), de la gigante ibérica Fenosa, una de las tres principales energéticas de España, que cuenta con el favor del lobby de la Embajada y la Corona de su país.