Marco Antonio Caponi, el protagonista de "Y un día Nico se fue", el musical de Osvaldo Bazán, saltó de protagonizar novelas de prime time en la televisión al brillo sobre las tablas.
"Luchar por la sexualidad libera, pero igual caés preso del amor y sus estructuras", sostuvo categórico el mendocino Marco Antonio Caponi, el protagonista de "Y un día Nico se fue", el musical de Osvaldo Bazán.
“Y un día Nico se fue”, el musical de Osvaldo Bazán, regresa a la cartelera con el debut de Marco Antonio Caponi en la piel del alter ego del autor, quien afirmó: “la obra muestra cómo la lucha por la sexualidad libera, pero al mismo tiempo no se puede escapar del amor y sus estructuras”.
“Dentro de la libertad que implica luchar porque cada uno viva su sexualidad, mi personaje (Osvaldo) tiene la determinación de encontrar a alguien y enamorarse. Esto lo vuelve más obsesivo de lo habitual. El amor es totalmente narcisista: va más allá de si a esta historia la protagonizan dos chicos, dos chicas o quien sea”, se entusiasma Caponi, en charla con Télam.
El joven actor viene de protagonizar dos tiras en Telefé, “Graduados” y “Vecinos en guerra”, y desde hace tres semanas se mete en la neurótica piel de Osvaldo junto a Tomás Fonzi, quien ya había encarnado a Nico –el objeto amoroso que sorprende con su abandono- en la exitosa temporada anterior.
Ambos conforman la pareja protagónica de esta pieza dirigida por Ricky Pashkus, sobre la novela homónima de Bazán, capaz de visitar el desamor y la obsesión, más el orgullo de mantener las diferencias, con vitalidad en la narrativa, en esta segunda temporada en el teatro 25 de Mayo de Villa Urquiza.
Según Fonzi, “mi chico es Nico y, aunque resulta más joven que Osvaldo, tiene una impronta mucho más resuelta, está más a gusto consigo mismo, vive todo con menos ‘neura’ y quizás por eso se vaya de la relación, Osvaldo está más enganchado con una idea acerca del amor, que con Nico”, describe.
Las canciones y las coreografías de “Y un día Nico se fue”, generosas en humor y sátiras a los clichés del género, alcanzan su punto culminante en el cuadro de la marcha del orgullo, donde la letra regala potencia a partir de enlazar diversos sinónimos apelativos del género como “puto, trolo, maricón, etc”.
Las funciones son fiestas donde el público celebra la posibilidad de disfrutar de un cuento que escapa al tradicional esquema ‘chico conoce chica’ para -de una vez por todas- reflejar el amor entre dos chicos, con montañas rusas de emociones, como sucede en los encuentros con cualquier otro.
“Recién ahora haciendo el personaje junto a Marco (Caponi) entiendo esa parte en la que Osvaldo dice: ‘No me voy a enamorar nunca más, como si fuera una convicción o una ideología. Hay gente que de verdad tiene esa estructura: si las cosas no se amoldan a sus esquemas, no aceptan nada”, puntualiza Fonzi.
La dupla se interrumpe, destila códigos, en una complicidad que recuerda al angelado trabajo compartido en el programa “Graduados” donde, “nos divertíamos mucho, la tele tiene para mí algo de repentino que me deja jugar con los chistes”, detalla uno de los integrantes del elenco de la tira “Somos familia” (Telefé).
En el envío liderado por Nancy Duplaá, “los actores nos metíamos con el texto, hacíamos -un poco- de teatro frente a cámaras, algo que sucede cuando el rating acompaña; si esto no pasa, las condiciones cambian. El teatro te deja trabajar tranquilo, hacer otras búsquedas”, subraya Caponi, quien compartió escenario con Alfredo Alcón en “Fiosofía de vida”.
“Si un médico estudia 10 horas por día para lograr recibirse, ¿Por qué un actor no debe invertir el mismo tiempo para que su trabajo resulte bueno?”, se pregunta Caponi, mientras coincide con Fonzi en que la disciplina de los actores del musical, capaces de ensayar horas y horas “para lograr la verdad de la precisión”, es un objetivo acariciado por ambos.
La disciplina y el método al servicio de la creatividad son dos desafíos que los entusiasman y ven en la autogestión de proyectos propios la posibilidad de concretarlos dignamente y sin presiones.
Dentro de esta lógica, el actor mendocino de “Vecinos…”, aguarda el estreno de la obra de Gonzalo Demaría “El acto gratuito”, dirigida por Luciano Cáceres en el off y la llegada de “12 casas”, unitario de Santiago Loza a la pantalla de La Televisión Pública.
Fuente: Télam
