Es en una causa civil por la desaparición de 14 operarios en la planta de González Catán, entre los que se contó toda la comisión interna. Hasta ahora, la compañía ha zafado de la Justicia en Argentina y Alemania.
La Corte Suprema norteamericana escuchará los argumentos de las partes para definir si admite la competencia de esos tribunales para juzgar a Mercedes Benz por su complicidad en la desaparición de los operarios argentinos durante la dictadura, en lo que se constituiría en un juicio millonario contra la automotriz alemana.
Este martes, la querella, representada por el abogado Terrence Collingsworth, y los representantes de la automotriz expondrán ante los jueces durante 30 minutos cada parte. Tras las exposiciones, los jueces estadounidendes harán las preguntas a la partes.
En la audiencia, también expondrá el Departamento de Justicia norteamericano, en calidad de "amigo del tribunal", y será la única exposición extra que se escuchará.
La demanda civil por daños y perjuicios denominada "Daimler AG v Barbara Bauman" se inició en 2004 y llegó al Máximo Tribunal de los Estados Unidos luego de que fuera rechazada en dos instancias previas –la última en el 2009– que derivaron en que la Corte de Apelaciones del noveno circuito de California se pronunciara al año siguiente por la anulación de esos fallos y por la competencia, además de rechazar las apelaciones de Daimler.
Si la Corte Suprema acepta la competencia, inmediatamente comenzará la investigación para confirmar la complicidad civil de Mercedes Benz en la desaparición en 1977 de 17 operarios, incluyendo a la comisión interna, de la planta ubicada en González Catán.
Sólo tres de ellos sobrevivieron al cautiverio en el centro clandestino de detención que funcionó en Campo de Mayo.
Los familiares querellantes recurrieron a la Corte estadounidense bajo la figura de la Ley de Reclamación por Agravios contra Extranjeros (Alien Tort Claims Act), que establece la posibilidad de demandar en territorio de los Estados Unidos a personas o corporaciones que hayan violado leyes federales allí o en países con los que tiene tratados celebrados, como la Argentina.
La automotriz, perteneciente a la multinacional Daimler, fue acusada de complicidad con el terrorismo de Estado implementado en la Argentina y por secuestros y torturas a 17 trabajadores, 14 de los cuales continúan desaparecidos.
También se la acusa por la apropiación de tres niños y la sustitución de identidad de Paula Logares, nieta recuperada por Abuelas de Plaza de Mayo.
En Alemania también se inició un proceso judicial contra la firma, que fue desestimado bajo el argumento similar al utilizado por el dictador Jorge Rafael Videla, en cuanto a la inexistencia de delito por no encontrarse los cuerpos de los desaparecidos.
En Argentina, las desapariciones de trabajadores de Mercedes Benz se comenzaron a investigar durante los juicios por la verdad, en los que el tribunal no tenía facultad de condenar.
Luego, con la anulación de las leyes de obediencia debida y punto final, la causa recayó en el Juzgado Federal 2 de San Martín sin, que se hayan registrado avances en los últimos tiempos.