Nicolás Maduro, nombrado por Hugo Chávez su sucesor antes de morir, ganó las elecciones presidenciales en Venezuela por 50,6% de los votos según confirmó el Consejo Nacional Electoral.
Su contrincante, el opositor Henrique Capriles Radonski, fue votado por 49,07% de los votantes.
Los resultados del Consejo Nacional Electoral (CNE) indicaron estos resultados con el 99,12% de las actas de escrutinio.
La presidenta del CNE, Tibisay Lucena, anunció los resultados del proceso comicial acompañada por el directorio del Poder Electoral, que también representó una participación de 78,71%.
Maduro, de 50 años, llega al poder con la promesa de mantener, como su “hijo”, el legado político del fundador de la revolución bolivariana.
Bajo el manto de un Chávez que siempre estuvo presente en su campaña, Maduro prometió acabar con la inseguridad, incrementar los planes sociales y aumentar la producción de crudo en al menos 6 millones de barriles por día antes de su culminar su período, en 2019.
El vocero del comando Hugo Chávez, Jorge Rodríguez, llamó a todos los venezolanos a salir a las calles de forma pacífica para defender los resultados que emita el Consejo Nacional Electoral (CNE), tras el proceso de totalización de votos.
Al mismo tiempo, en la conocida como “Esquina caliente”, un punto de encuentro de chavistas en la céntrica Plaza Bolívar, los partidarios gritaban “Chávez te cumplimos, ganamos y seguimos” y “Chávez vive la lucha sigue”.
La estela de Chávez
Estas elecciones presidenciales fueron convocadas por el máximo ente electoral en marzo pasado, tras la desaparición física del líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, quien en diciembre había pedido al pueblo que eleigiera a Maduro como presidente en caso de que quedara incapacitado tras una operación a la que se sometió en La Habana, Cuba, para combatir el cáncer que lo aquejó.
“Si algo ocurriera, repito, que me inhabilitara de alguna manera, Nicolás Maduro no sólo en esa situación debe concluir, como manda la Constitución, el período; sino que mi opinión firme, plena como la luna llena, irrevocable, absoluta, total, es que —en ese escenario que obligaría a convocar como manda la Constitución de nuevo a elecciones presidenciales— ustedes elijan a Nicolás Maduro como presidente de la República Bolivariana de Venezuela. Yo se los pido desde mi corazón”, dijo en diciembre en su última alocución pública.
El candidato antichavista Henrique Capriles ya había sido derrotado en las urnas el 7 de octubre por el Comandante Chávez, quien lo aventajó por más de un millón 800 mil votos.
Capriles y su comando de campaña se han negado a legitimar la autoridad del CNE y fueron los únicos en no firmar un documento redactado por el Poder Electoral en el que todos los participantes de la contienda política se comprometen a aceptar los resultados que éste emita.
Además, el candidato antichavista ha dedicado toda su campaña, que inició apenas fue anunciada la fecha de los comicios sin respetar el calendario electoral, a atacar al CNE. Este mismo domingo, tras ejercer su derecho al voto, Capriles Radonski dijo que el organismo no es un árbitro fiable.
“Espero que el árbitro cumpla con su trabajo, que el CNE cumpla con su rol”, dijo la víspera en una rueda de prensa en la que llamó al Consejo Electoral “partido político”.
“Voy a respetar la voluntad del pueblo. Lo que diga el pueblo yo lo acato, ahora que lo que diga el pueblo sea una copia fiel de lo que va a decir el CNE”, dijo.
Este domingo 19 millones de personas fueron convocadas a elegir a un nuevo presidente, tras la desaparición física de Hugo Chávez el pasado 5 de marzo. En Venezuela el voto no es obligatorio.