Nito Mestre en su tributo a Cerati y a Spinetta y con un par de canciones de Serú Girán logró el efecto sorpresa en el espectáculo de la Fiesta de la Vendimia 2016, que ofreció una seguidilla de cuadros clásicos que no se salió del molde de género vendimial almidonado, que supone incluir a la Virgen de la Carrodilla, el tango, el folclore, el americanismo, los inmigrantes, los huarpes y la mar en coche, todo en un mismo show.
El músico -que forma parte de la galería de clásicos del rock después de que, junto a Charly García formaran Sui Géneris- hizo sus versiones personales de Seminare, de Serú Girán, a esta altura un himno nacional. El mismo Mestre tributó a Cerati con un aversión personalísima de Puente y a Spinetta con Seguir viviendo sin tu amor y para el final hizo otra de Serú: No llores por mí Argentina.
Su voz agudísima casi en falsete despertó a muchos emoción y otros en las redes no se ahorraron las críticas, pero sin dudas logró sorprender (aunque se sabía de antemano que Mestre estaría en el show) en medio de un espectáculo que, lo dicho, consistió en una enumeración de cuadros.
