Barack Obama reafirmó que la "alianza con Israel es para siempre y convierte al mundo en un lugar mejor"

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El presidente de Estados Unidos llegó a ese país en su primera visita tras ser reelecto. Benjamín Netanyahu  agradeció el apoyo "inequívoco" de Obama  al derecho de Israel a "defenderse ante cualquier amenaza".

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El mandatario estadounidense, Barack Obama, arribó este miércoles al aeropuerto de Ben Gurión, cerca de Tel Aviv, enarbolando la bandera de la paz y un apoyo "eterno" a Israel.

En su primera visita al estado judío desde que ocupa el cargo, el mandatario declaró que "la paz debe llegar a Tierra Santa", pero subrayó que la alianza entre Estados Unidos e Israel es "eterna" y "para siempre", según divulgó la agencia EFE.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu,agradeció su apoyo "inequívoco" al derecho de Israel a "defenderse ante cualquier amenaza"

En un discurso en el aeropuerto donde aterrizó el Air Force One, Obama dijo que el "interés fundamental" de EEUU es "estar con Israel" porque esa alianza "hace a ambas naciones más fuertes y convierte al mundo en un lugar mejor".

Las palabras del presidente fueron respondidas por el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien agradeció su apoyo "inequívoco" al derecho de Israel a "defenderse ante cualquier amenaza".

"Gracias. Gracias por apoyar a Israel en este tiempo de histórico cambio en Oriente Medio, por afirmar inequívocamente el derecho de Israel a defenderse ante cualquier amenaza y por defender ese derecho en Naciones Unidas", dijo en la recepción a Obama en el aeropuerto Ben Gurión.

Netanyahu ensalzó la "irrompible alianza entre nuestras dos naciones" que es "más necesaria que nunca" en un Oriente Medio "inestable" como "clave para conseguir una paz segura y estable".

"Buscamos una paz con nuestros vecinos palestinos", afirmó el primer ministro antes de subrayar su intención de "trabajar en los próximos cuatro años por estrechar esta alianza".

Obama fue recibido al pie de la escalerilla del avión presidencial, donde se desplegó una gran alfombra roja, por Netanyahu y el presidente, Shimon Peres.

El Air Force One fue escoltado hasta su aterrizaje por cuatro helicópteros mientras el resto del espacio aéreo del país se mantenía cerrado.

Tras escuchar los himnos de EEUU e Israel junto a Peres y Netanyahu, Obama pasó revista, acompañado del presidente israelí, a una guardia de honor formada por fuerzas de tierra, mar y aire.

En el aeropuerto, engalanado con decenas de banderas de ambos países, le esperaban también todos los miembros del nuevo gobierno israelí y los máximos representantes de las instituciones del país, además de otras 250 personalidades invitadas y cerca de 300 periodistas.

Sin moverse del aeropuerto, Obama tendrá la oportunidad de ver de cerca una de las baterías de la Cúpula de Hierro -el sistema antimisiles subvencionado por Washington- trasladada ex profeso al lugar para la ocasión.

Obama tiene previsto viajar a Jerusalén en helicóptero, acompañado por una flotilla de doce Blackhawk, para asistir a una recepción en la residencia de Peres, con quien plantará un árbol y escuchará a un grupo de niños que le darán la bienvenida cantando en hebreo, árabe e inglés.

Toda la actividad se llevará a cabo bajo la protección de sus fuerzas especiales reforzadas por 15.000 agentes israelíes de policía que se encargarán de velar por la seguridad del equipo presidencial.

Obama pasará dos días y medio en Israel, con dos breves desplazamientos al territorio palestino ocupado de Cisjordania: a Ramala, para entrevistarse con el presidente palestino Mahmud Abás y el primer ministro, Salam Fayad, y a Belén para visitar la basílica que marca el nacimiento de Jesús.

Durante el viaje, bautizado por Israel como "Alianza Irrompible", se reunirá hasta en tres ocasiones con Netanyahu y pronunciará un discurso ante 600 estudiantes en un gran centro de convenciones de Jerusalén.

Entre los principales temas en la agenda de las conversaciones de Obama con sus interlocutores israelíes figuran el programa nuclear iraní, el conflicto armado en Siria y las vías para relanzar el estancado proceso de paz en Oriente Medio, según funcionarios israelíes.

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