Octubre, el eterno retorno a la fuente, la historia del peronismo en un vitral

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Héctor Chianetta es el creador de la obra que recorre la historia del peronismo, pasando por los próceres latinoamericanos, el Che Guevara y la fuente de la Plaza de Mayo y cuenta sus múltiples significados. Está emplazado en pleno Palermo. 

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"Este es el misterioso llamado de octubre, retornar a la fuente, cruzar todos los riachuelos aunque los puentes estén alzados, poner las patas en la fuente, romper lo muerto, nacer de nuevo y alcanzar así nuestra propia liberación", dice el artista Héctor Chianetta, creador de "Octubre, el eterno retorno a la fuente", un vitral que recorre la historia del peronismo y la fuente de la Plaza de Mayo.

Realizado en plomo con fundición de cristales, la obra reseña gran parte de la historia de la Argentina y, además, recorre las antiguas cosmovisiones indígenas americanas, haciendo eje en la fuente de la Plaza de Mayo del histórico 17 de octubre de 1945.

En el enorme vitral de varios paños pueden observarse las imágenes de Perón y de Evita, de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, de la Juventud Peronista, de Néstor y Cristina Kirchner, y, también, de varias de las instancias de la vida histórica latinoamericana.

En el centro de uno de los paños principales aparecen las imágenes de José de San Martín y de Simón Bolívar, símbolos de la epopeya emancipadora americana.

Tupac Amaru y los revolucionarios Monteagudo, Moreno y Castelli aparecen en el vitral junto al Cabildo de la Revolución de Mayo de 1810 y luego la imagen de Manuel Belgrano surge como flotando sobre el río con su creación, la Bandera Nacional.

El vitral, que le demandó a Chianetta más de un año de intenso trabajo, se luce en un lugar destacado del bar-restaurant y tienda temática "Los Octubres", inaugurado en enero pasado y ubicado en la esquina de Thames y Costa Rica, en pleno barrio de Palermo, y que es propiedad del diputado porteño y dirigente peronista Juan Carlos Dante Gullo.

En diálogo con Télam, Chianetta señala que "´Octubre, el eterno retorno...´, tiene mucha significación en aquel episodio de las patas en la fuente del 17 de octubre del `45, cuando nació el peronismo".

"El hilo conductor de toda la obra nos lleva por lo profundo del alma humana y aparece en esa fuente de Plaza de Mayo donde obreros, madres y jóvenes, como en un eterno retorno, ponen sus patas en la fuente", dice Chianetta al explicar que no sólo la obra recuerda 1945, sino que esa misma fuente de la plaza "recibirá" en otros tiempos posteriores a las Madres de Plaza de Mayo y a los jóvenes.

El vitral de 6 metros por 5.60 está construido con la técnica del vitraux tradicional del plomo con fundición de cristales, su coloración está hecha de óxidos de cobalto, cobre, manganeso, minio y cromo, y las pinturas son de grisallas con óxido de hierro y pigmentos con carbonatos y ocalinas.

Al abundar sobre el significado de la fuente -centro de la obra-, Chianetta sostiene que "es precisamente esa fuente de la plaza desde donde surgen para alegría de muchos y horror de otros tantos las figuras de nuestros héroes míticos Perón y Evita fundiéndose en aquel abrazo".

Agrega el autor que su obra recuerda "aquel 17 de octubre de 1945 cuando desde los arrabales de la historia surgieron cientos de miles de hombres y mujeres de los sectores más humildes invadiendo el centro de la ciudad de Buenos Aires. Exigían, alegres pero firmes, la liberación de su líder, Juan Domingo Perón".

Al detallar las partes del vitral se puede observar en su parte central cómo surgen del chorro de agua de la fuente de la Plaza de Mayo las imágenes de Perón y Eva Perón invocando a aquel histórico abrazo en el balcón de la Casa de Gobierno.

 

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En la parte superior del paño central se puede observar el famoso caballo pinto del general Perón y luego en el panel derecho cómo del equino una enorme cola va realizando giros sobre sí misma cada vez más grandes de manera parabólica dirigiéndose hacia la fuente de la plaza.

Por último, se puede observar la figura del "Che" Guevara tranquilamente sentado con su traje de combate, pero con sus pies desnudos en un estado meditativo. Con su clásico habano y en sus manos el libro de Evita "La razón de mi vida", su mirada se eleva suavemente contemplando toda la escena de la obra.

Chianetta destacó finalmente que en su obra "se quiere expresar el símbolo de la recuperación de la armonía y la justicia original".

"Sólo con un renacimiento, sólo con un hombre nuevo, aquel por el que tantos lucharon y que todavía esperamos, el hombre podrá atravesar las puertas de su propio egocentrismo -ese oligarca que todos llevamos dentro, como una y otra vez nos repetía Evita- y podremos despertar a una nueva vida", concluye.

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