Otilio Romano: "Recibí muchas amenazas de comunistas y de jóvenes, se vivía en un estado de cuasi guerra"

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Otilio Romano tras ser apresado en Chile, donde se fugó de la justicia. Foto: Alfredo Ponce (Télam)

 

En una nueva audiencia del juicio a jueces que se desarrolla en Mendoza se leyó la primera parte de una declaración que hizo el ex juez Otilio Romano, actualmente detenido en el penal de San Felipe, retomada de la realizada por éste el 26 de agosto de 2010, casi un año antes de ser destituido por el Consejo de la Magistratura. Es decir que cuando fue indagado, aún estaba en funciones como juez federal.

En esta instancia del proceso, Romano no manifestó intención de dar su versión de los hechos, y sólo lo hicieron otro ex magistrado, Luis Miret, y dos ex policías, José Lorenzo y Rubén González. No obstante, algunos de ellos ya ofrecieron su versión de los hechos cuando les tomaron las primeras declaraciones, que fueron tenidas en cuenta en esta sesión, como en el caso de Romano, cuyas manifestaciones seguirán siendo leídas este martes.

En la extensa declaración ante la Fiscalía, Romano sobreabundó en expresiones acerca de la “precaria” naturaleza institucional de lo que era un fiscalía en 1976, lo cual reiteró ante cada causa en la que está involucrado. En este juicio debe responder por 97 hechos. Aludió permanentemente a los escasos recursos con que contaban en la Justicia Federal en los años de la dictadura, a “los sueldos miserables que me impedían llegar a fin de mes” e incluso calificó como “marginal” al barrio en el que vivía, el Fuchs.

Para el ex juez. “la historia de lo que sucedió durante la dictadura ha sido tergiversada por las ideologías y la justicia estuvo en el medio del terror que generaron la extrema derecha y la extrema izquierda. Yo recibí muchas amenazas de comunistas y de jóvenes. Se vivía en un estado de cuasi guerra y por eso Miret y yo andábamos armados”. Luego contó que a “Oscar Ignacio Agüero, que era juez, le pusieron una bomba y ahora con el tiempo, estoy seguro que lo hizo alguno de los organismos del Estado de entonces”.

Más adelante, cuando le preguntaron si para tomar decisiones recibía amenazas, contestó que no y hasta se consideró “no un valiente pero sí alguien que cumplía con su deber, con algo de irresponsabilidad juvenil, producto del desconocimiento de lo que verdaderamente pasaba”.

En un momento señaló que ni él ni ninguno de sus colegas renunciaron porque estimaban que algo se podía hacer, pero al defender su gestión aseveró que “no podíamos hacer nada”.

Romano calificó a la Policía de Mendoza como "una de las mejores del país. Por eso, cuando recibíamos informes para responder a los habeas corpus, ¿por qué íbamos a desconfiar si no sabíamos lo que pasaba?”.

Habló también de una “historia jurídica ignorada, del Estado de Sitio decretado en 1975 y de que todos días explotaban bombas, había atentados y amenazas, y tanto los mandos militares como los terroristas tenían estructuras similares”.

“Me acusan de asegurarles la impunidad a quienes secuestraban a personas y las torturaban y las eliminaban y no entienden que, deliberadamente, los que actuaban así ocultaban su accionar a todos, al Estado, al Poder Judicial, a la Iglesia, a organizaciones internacionales…”, fue otra de las reflexiones del ex juez tratando de desvincularse de haber tomado conocimiento de qué sucedía aunque luego admitió que “a mí me respetaban mi carrera y así fui ascendiendo, por mi carrera. Y mi función era defender los decretos que ponían los detenidos a disposición del Poder Ejecutivo Nacional”.

Al hacer un nuevo repaso por su tarea, Romano aseguró que ninguno de los detenidos que él interrogó le dijo haber sido torturado, pero nada contó de las condiciones de salud en que las personas privadas de su libertad llegaban a hablar con él, según reseña el sitio juicios.blogspot.com.ar, según el cual el ex prófugo de la justicia se quejó de que Mendoza sea el único caso en que son “acusados jueces cuando en el país se presentaron más de 8 mil habeas corpus y ninguno tuvo resultado positivo” y seguidamente habló de persecución hacia su persona, y luego, cuando la lectura de la declaración hizo alusión a las horas de trabajo y a sus hijos, "aparentemente Romano tuvo un pico de emoción y lloró por lo que la audiencia se interrumpió unos minutos", señalaron en el portal que informa la diaria del proceso judicial.

En esta jornada se trataron los casos de desaparecidos en los que intervino Romano rechazando sucesivamente los habeas corpus presentados por Santiago Illa, Hugo Alfredo y Julio Félix Talquenca, Luis Rodolfo y Rodolfo Daniel Moriña, Héctor Pablo Granic, Blanca Graciela Santamaría, Lidia Beatriz De Marinis, Virginia Adela Suárez, Mario Luis Santini, Rosa Sonia Luna, María Silvia Campos, Zulma Pura Zingaretti, María Leonor Mércuri, Salvador Alberto Moyano, Marcelo Guillermo Carrera, Adriana Irene Bonoldi y Francisco Alberto Escamez.

Fuente: juiciosmendoza.blogspot.com.ar

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