Para Nicolás del Caño, "la reforma del Código Civil es clerical y reaccionaria, una nueva estafa del progresismo K"

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El electo diputado nacional por Mendoza defenestró el texto del oficialismo que introdujo 180 modificaciones al original elaborado por Lorenzetti, Highton y Kemelmajer. 

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del cañoEl diputado nacional electo por el Frente de Izquierda de Mendoza, Nicolás  del Caño, defenestró el dictamen del oficialismo para la reforma del Código Civil, que introdujo 180 modificaciones al anteproyecto original desarrollado por los jueces de la Corte, Ricardo Lorenzetti y Helena Highton de Nolasco, junto a la jurista mendocina Aída Kemelmajer de Carlucci, quien integró la Suprema Corte de la Provincia más un cuarto de siglo.

"Se trata de una reforma clerical y reaccionaria, una nueva estafa del ’progresismo K’", consideró el dirigente del Partido de los Trabajadores Socialistas en declaraciones recogidas por la web del partido. Los cuestionamientos se centran en el carácter "clerical y reaccionario" de la reforma, que fue influida decisivamente por la Iglesia Católica, además de resaltar que el proyecto como lo planteó el oficialismo beneficia a las patronales sobre los trabajadores y al Estado sobre los ciudadanos.

"El dictamen aprobado por el kirchnerismo es una aceptación de todas y cada una de las imposiciones que la Iglesia hizo sobre el proyecto original. Junto con ello, esta reforma es una invitación para que las patronales realicen fraudes contra sus trabajadores y les otorga impunidad a los funcionarios del Estado para que nadie pueda hacerles juicios civiles, hagan lo que hagan. Se trata de una reforma clerical y reaccionaria, una nueva estafa del ’progresismo K’. De llegar a tratarse este proyecto luego de nuestra asunción el 10 de diciembre, desde el interbloque del Frente de Izquierda nos vamos a oponer categóricamente”, criticó Del Caño.

El diputado electo describió que "el texto final fue aprobado a instancias de la capitulación de los diputados K con la cúpula de la Iglesia y el ferviente apoyo de la senadora Negre de Alonso y otros cruzados contra los derechos de las mujeres. En el dictamen oficialista se distingue el gran golpe clerical que fue la eliminación del segundo párrafo que planteaba que en el caso de reproducción asistida la existencia de una persona comienza desde la implantación del embrión".

Agregó: "Desde el Vaticano, Bergoglio y sus servidores se ocuparon de que no quedara letra que permitiera inferir que el momento del inicio de la existencia de una persona es, al menos, un hecho sujeto a interpretación según las circunstancias, y no algo regulado por una ’divinidad’ domiciliada en Roma. Durante la década kirchnerista murieron más de tres mil mujeres por abortos clandestinos, y esto es lo que se sigue avalando desde el oficialismo cuando se arrodilla ante la Iglesia. Otra clara señal del Gobierno que acaba de designar como jefe de Gabinete al ultracatólico Jorge Capitanich. Desde el Frente de Izquierda sostenemos la separación de la Iglesia del Estado y la no injerencia de la Iglesia en la educación, la salud y la legislación. Defendemos el derecho al aborto legal, seguro y gratuito de las mujeres".

Del Caño fustigó también "que entre otras perlas más, el proyecto exime la responsabilidad civil del Estado y sus funcionarios en perjuicio de una persona o un grupo de personas. El artículo 6 señala que ’el Estado no debe responder de manera directa, ni aun en forma subsidiaria, por los perjuicios ocasionados por los concesionarios o contratistas de los servicios públicos a los cuales se les atribuyan o encomienden un cometido estatal, cuando la acción u omisión sea imputable a la función encomendada’. Una provocación contra los familiares de las víctimas de Once. También los trabajadores estatales perderían derechos laborales porque no tendrían posibilidad de reclamar por la vía civil al Estado para obtener una indemnización en el caso de un accidente laboral".

 

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