Tenía previsto, aseguró, ir a la bodega Los Toneles, donde lo esperaba la dirigencia de Bodegas de Argentina y sus invitados. Terminó en una comida del INTA en Luján, culpando a "los inadaptados" por el cambio.
El gobernador Francisco Pérez desistió de almorzar con el lobby empresarial más poderoso de la vitivinicultura mendocina concentrado en la entidad Bodegas de Argentina, en la que se reconvirtió el viejo Centro de Bodegueros cuando la mayor parte de sus socios vendió sus bodegas a capitales transnacionales, que organiza el Almuerzo de la Fuerzas Vivas reconvertido en Agasajo de la Vendimia por la violencia cultural de la acepción histórica. Pérez terminó en un almuerzo muleto, organizado por el INTA con la participación de Irrigación y cientos de productores pymes que reciben asistencia de organismos estatales.
"Lamentablemente, algunos inadaptados que no entienden que con una forma de protestar como la que hicieron impiden que el gobernador asista", acusó el gobernador -citado por el diario El Sol- en la sede del INTA de Luján a los gremios y entidades de productores que montaron sus protestas frente a la bodega Los Toneles, de Guaymallén, donde celebraba su acto Bodegas de Argentina.
El almuerzo del día de la Vendimia de los empresarios del vino fue la caja de resonancia para los reclamos de gremios como el SUTE, que pelea por el salario docente, o el CEC, que reclama contra los abusos de Átomo contra sus empleados. También se instalaron los viñateros del Este nucleados en la Asociación de Productores en Acción a protestar contra "el cártel del vino" y la política del Gobierno para el sector vitivinícola.