Claudia Peirano rechazaó la gratuidad de la educación durante su trayectoria en la materia. El movimiento estudiantil fue clave para la caída.
Claudia Peirano, designada por Michelle Bachelet para conducir la Subsecretaría de Educación de Chile, renunció este martes oficialmente al cargo por presiones internas en la coalición que se impuso en las elecciones a la derecha gobernante de la mano de Sebastián Piñera. Una semana duró la nominación de Peirano hasta que este martes anunció que daría un paso al costado, a pesar del apoyo que le brindó la mandataria electa.
"La renuncia de Claudia Peirano es el gesto más correcto de su parte, la ciudadanía ya no aguanta conflictos de intereses", declaró Camila Vallejos, ex dirigente estudiantil y actual legisladora electa por la coalición que gobernará el vecino país desde marzo. "Como NM (Nueva Mayoría, la denominación de la coalición que devolvió a Bachelet a la Moneda) nos comprometimos a impulsar una profunda reforma educacional, quienes la implementen deben estar comprometidos en el decir y hacer", añadió.
La renuncia se dio luego de una semana de intensas críticas que recibió Peirano por los vínculos empresariales en el área de la educación con el dirigente democratacristiano y su ex esposo Walter Oliva.
A esto se sumó que se reflotó una carta que firmó en El Mercurio donde manifestaba abiertamente su oposición a la gratuidad total en educación declarando en 2011 que habían otras prioridades.
Desde el movimiento estudiantil las críticas no se hicieron esperar con fuertes dardos de dirigentes actuales como Melissa Sepúlveda de la Fech y de los parlamentarios electos como Giorgio Jackson y Vallejo.
Consumada la renuncia, Jackson manifestó en CNN Chile que luego de una semana de discutir los problemas de la nominación de Peirano para llevar adelante la reforma, su renuncia es “un gesto de humildad. Si ella cambió o no de opinión no lo sé, pero lo que reafirma Peirano es la necesidad de una educación pública, gratuita y de calidad. Me parece un gesto maduro y de verdad necesario” dijo el ex presidente de la FEUC.
Y agregó que “para nadie fue un placer o un gusto presentar cuestionamientos a este nombramiento, pero todos los antecedentes que habían manifestaban desconfianza a esta situación”.
Por otro lado el diputado Cristián Monckeberg calificó la situación como un “papelón” , ya que “la autoridad del gobierno quedó por el suelo por presiones de un grupo, por muy legítimo que sea. Las disputas dentro de la Concertación van a ser tan brutales, que no van a tener a quién echarle la culpa de los desacuerdos. Vemos un problema interno dentro de la Concertación que lo advertimos, con esto se están mostrando las primeras luces”.
