El gobernador y parte de su gabinete se desplazaron a la zona de los desprendimientos. Quedaron atrapados numerosos vehículos en el fango pero, según información oficial, sus ocupantes no corren riesgo.
El gobernador Francisco Pérez se desplazó hacia Uspallata para estar presente en las tareas de rescate de vehículos que quedaron atrapados entre dos aludes, entre Arroyo Seco y Picheuta. El mandatario viajó hacia la zona, donde hubo más de 20 aludes en un tramo de 20 kilómetros, con su Gabinete en la noche del jueves.
"Tomé contacto personalmente con las personas afectadas. Nuestro helicóptero del Aconcagua ya bajó a 22 personas, entre ellas 7 niños", tuiteó el mandatario a primera hora de la mañana. Todos fueron derivados al Hospital Central para control.
Más tarde, Pérez actualizó la cifra de los rescatados y el panorama de la situación: "Hasta el momento 54 personas rescatadas, 19 de ellos son niños. Resta liberar el último alud de Quebrada Seca".
Según información oficial, hasta el momento no se reportaron heridos y hay un equipo de rescate de la Policía de Mendoza que se traslada a la altura del Río Mendoza que intentarán llegar a la gente para saber su situación, mientras las máquinas de Vialidad Provincial y Nacional y de la empresa Green continúan trabajando para despejar la zona.
También los helicópteros de la Policía sobrevuelan la zona para acercarse a la gente que se encuentra atrapada por el alud.
Pérez viajó acompañado de los ministros de Trabajo, Gobierno y Justicia, Félix González, de Salud, Carlos Díaz Russo, de Seguridad, Carlos Aranda, de Infraestructura y Energía, Rolando Baldasso, y del intendente de Las Heras, Rubén Miranda, el jefe de Policía, Ángel Fozzatti, y personal de Vialidad Nacional y provincial, de Gendarmería y está coordinando las tareas desde el campamento de Vialidad en Uspallata.
La Policía de Mendoza recordó que no se puede subir hasta Uspallata y que sólo se puede acceder hasta la zona de la destilería de YPF, en Luján de Cuyo.
Entre 30 y 35 vehículos quedaron atrapados entre los aludes, pero se constató que sus ocupantes no corren peligro, aunque una persona que ha sufrido un corte en el cuello cabelludo.
"La situación climática no permite que se pueda trabajar con más rapidez y también el terreno que es muy fangoso, por lo que las tareas de rescate se tornan lentas", señalaron voceros de Casa de Gobierno.
