Además de duplicarse el desempleo en Mendoza en últimos dos años -pasó según el INDEC de 4,4% en 2017 a 8,6% en 2019- creció en esta provincia el desempleo entre mujeres menores de 29 años.
En el tercer trimestre de 2018, la cantidad de desempleadas mujeres de hasta 29 años era de 18,2%, el de los varones de la misma edad era de 9,8%. En el mismo período de 2019 subió a 23%, mientras que en los varones de la misma edad es de 8,7%. Se trata de uno de los segmentos más castigados en cuanto a desempleo y precariedad.
Antes de este aumento en el desempleo de las jóvenes de hasta 29 años, en Mendoza se difundió que, en un año, se triplicó el desempleo en el segmento que va de los 30 a los 64 años.
A nivel general, en 2019 el 11,8% de las mujeres en Gran Mendoza está desempleada (siempre tomando la Población Económicamente Activa), mientras que en los varones esa porción es de 5,8%. Hace un año en el mismo período, 8,7% de las mujeres estaba desempleada y 4,4% de los varones.
Más trabajadores sin los aportes
No sólo creció el desempleo, la subcocupación y la cantidad de personas que tienen trabajo y buscan otro para llegar a fin de mes. En Mendoza creció la tasa de asalariados sin descuento jubilatorio.
De 39,2% que no tenían aportes en 2018 se pasó a 41,1%, según el INDEC.
Son personas que trabajan en relación de dependencia hacen tareas en negro y no tienen aportes para su futura jubilación.
La tasa de informalidad que difunde el INDEC está medida sólo respecto de quienes tienen un empleador. Según estudios oficiales y también privados de períodos previos, en el universo de quienes hacen tareas por cuenta propia, el problema de la falta de aportes es bastante mayor.
