Federico Sturzenegger hizo echar a un funcionario de Trabajo que aportó el macrismo al gobierno de Javier Milei acusándolo de una transa con el viejo sindicalista de los mercantiles Armando Cavalieri. En rigor, el funcionario cesado encabezó una operación con el objetivo de parar la protesta de la Confederación General del Trabajo del 24 de enero. El gobierno no quiere evitar el paro y la movilización, es la conclusión de la historia que sigue.
En la trifulca que le costó la cabeza al subsecretario de Trabajo, Horacio Pitrau, salió herida la confidente del Presidente Sandra Pettovello, ministra de Capital Humano. Pitrau fue secretario de Trabajo en el gobierno de Mauricio Macri. Era en el gobierno de Milei el que más lazos tenía con el sindicalismo.
La reacción de Sturzenegger desbarató una movida que había causado excitación en la cartera de Pettovello, además de evidenciar el desconocimiento de los funcionarios del rol que ocupan en la estructura del presidente libertario cooptado por el macrismo.
Los segundos de Pettovello festejaban un acuerdo con el titular del Sindicato de Comercio, el que más afiliados tiene en el país. Consideraron que un arreglo con Cavalieri dinamitaría la unidad de la Confederación General del Trabajo en el tránsito al paro con movilización del 24 de enero contra la reforma laboral contenida en el DNU 70/2023. Pero no salió como esperaban, aunque la operación mantenía los objetivos prefijados.
La explosión pensada para el enemigo fue una implosión al interior del gobierno. Con el agravante de que Sturzenegger ni siquiera es funcionario. El autor intelectual del ajuste imposible por lo irracional ni siquiera podrá ser acusado por mal ejercicio de funcionario público porque como sabía lo que iba a hacer prefirió la remuneración por otra vía y permanecer sin cargo público.
Cavalieri regentea una organización sindical con 1.200.000 afiliados. Mal pagos. Petovello negoció con el histórico jefe del gremio mercantil concederle la cuota solidaria a cambio de que el sindicalista aceptara cambiar el régimen de indemnizaciones de los empleados de comercio por el que tiene la UOCRA. En síntesis escueta y contundente: el trabajador aporta mientras está en la plantilla para un fondo que cobrará cuando lo despidan.
El gobierno quiere eliminar las indemnizaciones por despido de la cuentas de las empresas. El convenio de la construcción tiene ese régimen porque los albañiles trabajan en una obra y cuando se terminan las tareas se quedan sin sueldo. La indemnización o pago al final de la obra surge del aporte de cada trabajador.
Sturzenegger se plantó frente a Pettovello. Le pidió ver rodar la cabeza del responsable de concesión a Cavalieri. Y ahí echaron a Pitrau. La reunión de controversia entre el compilador de los planes de las corporaciones y la ministra de Capital Humano fue presidida por el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, que estuvo acompañado por los abogados laboralistas Miguel Angel Ponte y Julio Cordero, vinculados con el Grupo Techint.
