La coalición del ex primer ministro Alexis Tsipras, Syriza, se impuso este domingo en las elecciones anticipadas de Grecia con más del 35% de los votos, según los primeros resultados oficiales. Esa cifra le otorgaría al menos 144 bancas en el Parlamento, seis menos de los necesarios para ostentar la mayoría propia que permite conformar gobierno y gestionar sin alianzas con sectores que condicionan el plan.
Con casi un 25% escrutado, los conservadores de Nueva Democracia, dirigidos por Vanguelis Meimarakis, se ubican en un sólido segundo lugar con un 28,6% de los votos y unas 75 bancas, según informaron las autoridades electorales griegas, citadas por la agencia de noticias EFE.
En tercer lugar se consolidó la fuerza neonazi de Amanecer Dorado, con un 7,2% de los votos y 19 bancas, mientras lo siguen los socialdemócratas del Pasok con un 6,8% y 16 escaños, y los comunistas del KKE 5,5% de los votos y 15 diputados.
Más abajo se encuentran casi empatados con un poco más del 3% y con entre 9 y 11 bancas el centrista To Potami, los nacionalistas de derecha Griegos Independientes, socios del gobierno de Tsipras este año, y la Unión de Centristas, una formación fundada hace más de dos décadas, que nunca había logrado entrar al Parlamento. Estos últimos por primera vez están superando el umbral electoral del 3%.
Hasta este punto del escrutinio, la recién creada Unidad Popular, el partido de izquierda escindido de Syriza y liderado por el ex ministro del gobierno de Tsipras Panayotis Lafazanis, no logró entrar al nuevo Parlamento griego. Apenas obtuvo 2,8% de los votos.
La participación se está situando apenas por encima del 52%, es decir más de 10 puntos por debajo de lo que se registró en la elección de enero pasado, cuando Syriza y Tsipras sorprendieron a Europa y ganaron el poder.
Tsipras gobernó siete meses hasta que llegó a la firma de un acuerdo con la troika que impone a Grecia un plan de austeridad y la obligación de privatizar empresas públicas por alrededor de 60 mil millones de dólares. Se incluye en las exigencias la cesión de puertos, aeropuertos e islas de nación que cayó en desgracia de la mano del liberalismo económico al servicio de los intereses de la Unión Europea, que es Alemania y un poco menos Francia.
La aceptación de las condiciones de la Unión Europea por parte de Tsipras se produjo luego de que la postura de negarse a las condiciones de la Unión Europea ganara con contundencia un plebiscito convocado por el entonces premier. El ala más radical de Syriza dio un portazo cuando el líder decidió avanzar en la firma de un acuerdo con Europa, a pesar del resultado del plebiscito. Luego de eso, Tsipras presentó su renuncia generando una crisis política que requirió el adelantamiento de las elecciones para reestablecer algún parámetro de normalidad a la política helena.
Fuente: Télam