Para Estados Unidos, es "innegable" que el régimen de Bachar al Asad fue el autor del ataque químico en Siria de la semana pasada. El secretario de Estado, John Kerry, lo ha calificado de crimen "muy serio" para el que EEUU prepara una respuesta. "Sabemos que el régimen sirio sigue teniendo la custodia de las armas químicas", manifestó Kerry, quien agregó que "pese a las excusas (del régimen de Al Asad) de que es algo inventado, (el uso de ese armamento contra civiles) es innegable" que sus fuerzas lo han empleado.
El jefe de la diplomacia estadounidense, que hizo esta declaración en una comparecencia no prevista, dijo que Washington esperará a las investigaciones de Naciones Unidas sobre el ataque, pero que EEUU tiene pruebas adicionales de un ataque con armas químicas, una agresión que el presidente Barack Obama fijó como una "línea roja" en el conflicto. Asimismo ha cuestionado la "credibilidad" del régimen sirio al destruir pruebas y retrasar las investigaciones y ha declarado que si Al Asad no tenía nada que ocultar, no se entiende por qué ha complicado el trabajo de los expertos de Naciones Unidas.
Para Kerry, el ataque, producido el pasado 21 de agosto a las afueras de Damasco, debería "sacudir la conciencia del mundo", toda vez que supera "todos los códigos de moralidad" y supone una "obscenidad moral". En su opinión, el supuesto bombardeo sobre la población civil "va más allá de lo que implica el conflicto sirio", iniciado hace dos años y medio. Kerry ha advertido de que no se puede cometer violaciones de este tipo "sin consecuencias". Ha recordado el compromiso de Obama para evitar la proliferación de este tipo de armamento, no ha dudado en señalar al Gobierno de Al Asad como aparente responsable de lo ocurrido. Así, ha recordado que el régimen dispone de estos equipos y "tiene la capacidad" de utilizarlos.
El jefe de la diplomacia norteamericana ha hablado con su homólogo sirio para pedirle explicaciones por el ataque y solicitarle acceso para los investigadores de la ONU. En lugar de acceder de forma inmediata, "puso impedimentos y destruyó pruebas" , lo que hace que cualquier colaboración llegue "demasiado tarde", ha dicho Kerry. Esta "intento cínico", ha añadido, "no es el comportamiento de un Gobierno que no tiene nada que ocultar". El secretario de Estado ha subrayado que "es muy tarde" para que el régimen de Al Asad parezca "creíble" ante la comunidad internacional.
Estados Unidos todavía no ha adoptado ninguna medida de respuesta. Kerry ha explicado que durante estos días ha hablado con numerosos dirigentes internacionales y que el presidente Obama tomará una "decisión informada" con todas las pruebas sobre la mesa. El secretario de Estado norteamericano se ha comprometido a seguir informando de estas discusiones "en los próximos días". El Gobierno también está consultando con los líderes del Congreso.
El debate sobre una posible intervención militar en Siria ha recobrado fuerza tras el ataque químico que, según la oposición, dejó más de mil muertos. El sábado, el secretario de Defensa estadounidense, Chuck Hagel, dijo que Obama había pedido al Pentágono prepararse ante posibles acciones militares e insinuó que han comenzado ciertos movimientos de sus fuerzas navales para esa tarea. Este lunes, el ministro británico de Asuntos Exteriores, William Hague, declaró que Reino Unido "no va a descartar nada", incluida una reacción sin contar con el apoyo unánime de la ONU al considerar que la presión diplomática no ha funcionado.
Por su parte, el presidente de Francia, François Hollande, fue más allá y dijo que a lo largo de esta semana llegará la respuesta de la comunidad internacional. "Todo se va a decidir esta semana. Hay varias opciones sobre la mesa, que van del refuerzo de las sanciones internacionales a las incursiones aéreas, pasando por armar a los rebeldes", indicó el jefe de Estado francés al diario Le Parisien. Por su parte, la Unión Europea (UE) evitó pronunciarse sobre una posible intervención militar, y se limitó a decir que espera los resultados de la misión de investigación de la ONU sobre el posible uso de armas químicas.
Precisamente los jefes militares de diez países comenzaron en Jordania una cumbre secreta para evaluar las opciones disponibles ante el conflicto en Siria y en medio de la polémica por el posible uso de armas químicas. Presidida por el jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, general Martin Dempsey, y su homólogo jordano, general Mishal al Zaben, también participan los altos mandos militares de Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Canadá, Turquía, Arabia Saudí y Catar.
El régimen de Damasco ya ha advertido en varias ocasiones de que una intervención extranjera en Siria tendría "graves consecuencias" y este fin de semana aseguró que de confirmarse "hará arder todo Oriente Medio". Rusia, por su parte ha criticado a Occidente ante el aumento de un discurso beligerante. El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, advirtió de que las declaraciones de algunos altos cargos en Washington, Londres y París recuerdan inevitablemente a las semanas previas a la guerra de Irak en 2003, cuando una coalición liderada por Estados Unidos invadió ese país sin autorización del Consejo de Seguridad de la ONU. "La campaña del miedo ya ha empezado", dijo el jefe de la diplomacia rusa en una rueda de prensa convocada con carácter de urgencia.
Fuente: Publico.es