Un famoso corredor catalán llegó a Mendoza para intentar sumar el Aconcagua a sus récords de cumbres en velocidad

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El catalán Kilian Jornet, de 27 años, llegó a Mendoza con un currículum más pesado que su mochila: "el crack del skyrunning", "el mejor corredor de montaña del mundo", "el aventurero del año" según Nathional Geographics. En 2013 batió un nuevo récord al ascender y descender del monte Cervino en 2 horas y 52 minutos. También logró otro récord en el Mont Blanc. Estas dos cumbres forman parte de su proyecto de cuatro años de duración Summits of My Life, al que ahora intentará sumar el Aconcagua.

Este lunes desembarcó en Mendoza para dirigirse hacia el campo base del Aconcagua, donde los próximos días intentará un nuevo record de velocidad.

En el pico más alto de Sudamérica con sus casi 7.000 metros -6.962mts- intentará repetir lo hecho en el Cross Mont Blanc, Mont Blanc, Cervino y Mckinley, y antes de su tentativa al Everest en primavera u otoño del próximo año. Sólo el Elbrus se le ha resistido dentro de su desafío de cumbres.

Jornet se centrará en el récord de ascenso y descenso, saliendo desde Plaza de Mulas. El tiempo a batir es el de uno de sus grandes referentes deportivos, un Bruno Brunod que logró hacer esa misma ruta justo por debajo de la frontera de las 6 horas, parando el crono en 5h57’, recordó el portal especializado carreraspormontana.com.

La salida desde Plaza de Mulas está situada a una altitud de 4.300 metros, por lo que en total, el desnivel positivo que tendría por delante Jornet sería de más de 2.600 metros. Si sigue la ruta normal, como se espera, tendría que pasar hasta por tres campos: Plaza Canadá, Nido de Cóndores y Refugio Berlín, agregó el sitio.

Pasaron 14 años desde que Jean Pellissier, Fabio Meraldi y Bruno Brunod, tres conocidos skyrunners italianos y precursores mundiales de esta disciplina, salieron de Plaza de Mulas e hicieron top del Aconcagua tras superar más de 2700 metros de desnivel positivo en 3:40 –sólo ascenso-.

“Esta montaña es más fácil que por ejemplo el Cervino pero mucho más alta y es ahí donde radica el problema. Padecer mal de altura no sería nada raro si no se aclimata bien en una montaña de 7.000 metros, la más alta Sudamérica. Los casi 7.000 metros del Aconcagua pueden ser el gran hándicap”, cerró Jornet, citado por otro portal español, runners.es.

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