Se registraron al menos 50 heridos, muchos víctimas de proyectiles de fuego o de armas blancas. Los efectivos sublevados agredieron al jefe policial de la localidad entrerriana.
El efecto dominó no se detiene: en Concordia, Entre Ríos, una sublevación de policías en reclamo de 10 mil pesos de sueldo mínimo provocó la alteración de la vida social y la desestabilización del poder político provincial con rebote nacional. El gobernador Sergio Urribarri aceptó y abono que lo calificaran como presidenciable del oficialismo después de las elecciones del 27 de octubre, lo que pone más ojos sobre la cuestión entrerriana.
En Concordia hubo cuanto menos 50 heridos, muchos víctimas de proyectiles de fuego o de armas blancas. Los efectivos sublevados agredieron al jefe policial local y tomaron la sede departamental de la fuerza, mientras bandas organizadas en motos atacaron distintos puntos de la localidad.
Mientras un grupo grueso de efectivos desafió al jefe policial con una violenta respuesta ante un pedido para que evitaran la toma del edificio policial, en lo que fue uno de los múltiples episodios de un nuevo foco en el país de desestabilización encendido por personal de seguridad que desafía a los gobernadores que los mandan, en las calles se inició una seguidilla de echos violentos, con saqueos a comercios y vandalismo como figuras principales de un gran reparto de incidencias inexplicables.
Según varios medios entrerrianos que accedieron a fuentes directas, los policías sublevados golpearon al comisario César Villalba, jefe policial en Concordia, cuanto éste les pidió que no tomaran la sede de la Jefatura Departamental y el Comando Radioeléctrico. Con la tropa policial envalentonada y enfrascada en su pelea por un aumento salarial que la llevó a desconocer las órdenes superiores, las calles fueron tierra de bandas más o menos organizada y provistas de armas blancas y de fuego para intimidar y motos para entrar y salir rápido de las zonas convulsionadas por la ausencia policial.
José Rebollo, bombero voluntario de Concordia, le dijo al canal porteño TN que su división intentaba palear la ausencia policial con presencia en la calles. "Un grupo de personas está saqueando supermercados, negocios chicos y grandes, de electrodomésticos. La policía de Entre Ríos está acuertelada y hemos quedado solos con la ciudadanía. Estamos cubriendo parte de la ciudad con personal de Gendarmería en custodia de los móviles. Estamos hablando de gente que no tiene pensamiento de lo grave que está causando", relató.
Guillermo Pérez, periodista de "El diario" de Concordia, relató por TN: "La ciudad es un caos, ha habido saqueos en negocios importantísimos. Los negocios están siendo saqueados, es tremenda la situación que se está viviendo. Los incidentes se originaron a partir de las 21 de anoche (domingo). Gendarmería no va a poder suplir la presencia de los efectivos. Es impresionante la cantidad de chicos con motos que se despliegan por Concordia".
Un cabo está a la cabeza de los uniformados sublevados
El cabecilla de los autoconvocados, cabo primero Guiderboz, afirmó en las puertas de la Central, que “hemos tomado la sala de Comando y también la del 221 que maneja las comisarías de Campaña”.
Sobre los saqueos Guiderboz -citado por el portal entrerriano El Once- dijo que “nos estamos enterando que empezó a haber saqueos, hay comisarías que están tratando de repeler esto pero es un grupo reducido muy mínimo, que cuando venían a sumarse a la protesta empezaron los saqueos”.
