Cosechadores que vinieron del norte del país a trabajar en la vendimia siguen llegando a la Terminal de Mendoza desde fincas de toda la provincia sin poder retornar a sus lugares de origen. Un grupo pudo viajar el domingo en la madrugada y otros este lunes, pero siguen llegando trabajadores a medida que los cuadrilleros de sus respectivos patrones los liberan.
Desde el jueves pasado se amontonaron en los pasillos de la terminal, revelando un problema de vieja data que con la pandemia quedó en evidencia: las empresas de transporte que los llevan y traen para trabajar entre los surcos circulan sin permisos y con papeles de dudoso rigor. Con los controles de circulación más estrictos por la pandemia, no pudieron pasar las autorizaciones requeridas. Algunos micros que salieron de Mendoza fueron retenidos en San Juan y devueltos a la provincia.
En este contexto, se fueron apilando niños, mujeres, adultos mayores, y las cosas que transportaron con ellos, en los pasillos de la Terminal de Mendoza. Fueron asistidos por organizaciones sociales, barriales y de la Red de Derechos Humanos de Mendoza. Entre todos armaron una red de asistencia para llevarles viandas de los merenderos de Guaymallén.
La Red por los Derechos Humanos le envió este domingo una carta al gobernador Rodolfo Suarez en la que apuntaron: “Considerando que fue un pedido suyo que la vendimia fuera exceptuada de la cuarentena obligatoria le solicitamos que active de manera urgente las herramientas y protocolos necesarios para garantizar la permanencia digna en nuestra provincia y posterior traslado a sus lugares de residencia a los tres contingentes que se encuentran varados en Mendoza”.
A última hora del domingo, cuando llevaban tres días sin comida, sin agua ni abrigo, se acercaron algunos empleados del gobierno de Rodolfo Suarez y les dieron frazadas para pasar la noche y algunas viandas.
En la madrugada de este lunes les permitieron a las mujeres y niños dormir en los micros debido a las bajísimas temperaturas registradas.
"Vinimos a trabajar, esto no se lo deseo ni a mi peor enemigo"
Uno de los obreros que llegó a Mendoza a la cosecha, Gustavo Parra, graficó en La Mosquitera las penurias de estos trabajadores abandonados en la Terminal. "Vinimos a Mendoza a trabajar, hace tres días que estamos aquí. Queremos llegar con las familias, no podemos hacer la cuarentena con ello. No hay palabras para agradecerles a los que hicieron que el gobierno afloje. El gobierno está en deuda con nosotros".
En la mañana de este lunes, al parecer, se destrabaron los últimos trámites para que pudieran viajar los obreros que quedaron en la terminal el domingo a la noche. Sin embargo, hay más cosechadores en las fincas de Mendoza, que siguen intentando tomar un ómnibus para poder volver a sus provincias.
