El rol clave del D2 en el despliegue del aparato represivo fue el eje de las últimas intervenciones de las querellas del Movimiento Ecuménico de Derechos Humanos (MEDH) y la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, que argumentaron sobre el ejercicio de la tortura para obtener información que permitiera al Estado, con la asistencia del aparato judicial federal, seguir con las detenciones que eran parte del plan represivo.
La causa Rabanal proveyó, en ese sentido, un material que a las querellas resultó revelador y que por ello fue calificada de "emblemática" por Fernando Peñaloza, de la Secretaría de DD.HH.: "Es una de las causas en las que las víctimas se animaron a denunciar abusos sexuales frente al tribunal. En esta causa se puede observar la totalidad del accionar represivo en su estructura, y se puede ver que el accionar de la policía y la justicia estuvieron concatenados".
En el mismo sentido argumentó Diego Lavado, quien culminó el alegato del MEDH con el pedido de perpetua para Armando Fernández Miranda.
Las otras dos causas que cerraron la intervención de las querellas fueron la de Ángeles Gutiérrez de Moyano -desaparecida desde el 20 de abril de 1977. Según testigos sus verdugos se ufanaban de los padecimientos de esta mujer, quien era jubilada docente y tenía 60 años cuando la secuestraron- y la historia de los Galamba, con la cual cerró su acusación Viviana Beigel el pasado martes.
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