Una investigación de la Universidad Nacional de La Pampa comparó los cambios en los modos de vida y el impacto cultural del cese del escurrimiento del río Atuel y la cuenca del Salado en Chalileo, Chicalcó, Limay Mahuida, La Reforma y Puelches en contraste con Alvear y San Rafael y concluyó que entre los años 47 y 70 hubo una emigración masiva en la zona pampeana, contrario a lo que ocurrió en los pueblos mendocinos analizados.
El método de investigación se basó en estadísticas oficiales demográficas, explicó a la radio Kermes Beatriz Dillon, investigadora de la UNLPam, a cargo del estudios. "Efectos culturales fueron muy fuertes, pasar de puesteros ribereños o la desaparición del río y el consecuente cambio en la vida se pueden probar muy claramente", apuntó la investigadora, quien marcó como un hecho llamativo que Mendoza haya argumentado en la Corte que La Pampa no probó el daño: "Mendoza hizo un análisis simplista respecto a la situación. Dicen que el daño no se puede probar cuando el escenario cero es que el río no corre".
“Estuvimos un año trabajando en el relevamiento exhaustivo en campo. Trabajamos con los puesteros, con los habitantes que viven en los pueblos y agrupamientos rurales. Las conclusiones respecto a lo demográfico, son bastante evidentes. Nosotros usamos un método científico que se basó, en principio, en las estadísticas oficiales y que claramente deja en evidencia que en el año 1947, que hay un censo nacional y por eso lo tomamos como punto de partida de lo que después llamamos ‘la diáspora’, es decir, la gran emigración de población. Entonces, es el punto de partida que, con una caída de población en los cuatro departamentos que analizamos, esto es Chalileo, Chicalcó, Limay Mahuida, La Reforma y Puelches. Ahí comprobamos una diáspora entre el 47´y el 70´, de casi 3500 habitantes emigrados de la zona. Esto lo comparamos con los habitantes de General Alvear y San Rafael, que crecen de un modo exponencial, por la presencia de las obras”, explicó Dillon.
"Esta gente de las poblaciones rurales vivía de los bienes y de los servicios ambientales. Es decir el valor que tenían las cosas cuando corría el agua es muy diferente. Por ejemplo, las puesteras que vivían de las artesanías no tenían que moverse para conseguir el tinte porque estaba en los vegetales que tenían a mano. Ahora ya no", señaló Dillon.
Luego dijo la investigadora que "a los puesteros del sur de la provincia les pasa lo mismo que a los de La Pampa. El agua del Atuel se corta en Carmensa, es decir que hay muchos puesteros que están en la misma situación, pero en Mendoza políticamente eso lo resuelven adentro. Ellos saben que el daño está".