Antes de irse de vacaciones, la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, sobreseyó a la dueña de Clarín, Ernestina Herrera de Noble en la causa en que había sido denunciada por Abuelas de Plaza de Mayo por apropiarse de hijos de desaparecidos durante la dictadura. También hoy se conoció que la ex del fiscal Nisman sobreseyó a periodistas en una causa de espionaje.
Se trata de Carlos Pagni, Roberto García y Edgar Mainhard. La medida también alcanza al ex titular de la Secretaria de Inteligencia durante el menemismo, Juan Bautista Yofre; el ex agente de inteligencia Pablo Carpintero, el general retirado Daniel Reimundes, el empresario Néstor Ick y el titular del sitio Seprin, Héctor Alderete (el fallo figura a pie de página).
Una causa iniciada de 2002
La causa Ernestina Herrera de Noble sobre sustracción de bebés es una causa penal en trámite en la Argentina, desde 2002, acerca de la identidad de dos jóvenes que en 1977 fueron adoptados por Ernestina Herrera de Noble. El caso tiene gran trascendencia porque la adoptante es principal accionista del Grupo Clarín.
La causa tuvo innumerables dilaciones y derivó en la destitución del juez Roberto Marquevich decidida por un Tribunal de Enjuiciamiento por considerar que el magistrado había procedido en forma arbitraria al ordenar la detención de Herrera de Noble y denegarle la excarcelación.
Uno de los aspectos jurídicos debatidos en esta causa que ha demorado las actuaciones con sucesivas resoluciones y apelaciones es el relativo a la obligación de las presuntas víctimas como hijos de personas desaparecidas de entregar material biológico ―muestras de saliva, sangre, pelos, etc.― para compararlo con muestras obtenidas de familiares de aquellas personas. Los cotejos realizados con los perfiles genéticos de personas detenidas desaparecidas durante 1975 y 1976, salvo tres casos en que la información genética era insuficiente, arrojó resultado negativo. La comparación con el resto de los datos almacenados también resultó negativa.
La dueña de Clarín dijo que encontró a su hija adoptiva en una caja de cartón
Ernestina Herrera de Noble solicitó el 13 de mayo de 1976 en el Juzgado de Menores Nº 1 de San Isidro, por entonces a cargo de la jueza Ofelia Hejt (fallecida), la adopción de una niña que dijo haber encontrado once días antes en una caja de cartón dejada en la puerta de su casa, ofreciendo como testigos a su vecina Yolanda Echagüe de Aragón y a Roberto García, su chófer, a quien presentó como el cuidador de la finca de Yolanda Echagüe de Aragón.
Al momento de la declaración, existieron varias contradicciones entre lo declarado por Ernestina de Noble y Yolanda Echagüe de Aragón. Por su parte, Roberto García afirmó en el año 2001, que "nunca concurrió a un Tribunal de Menores en San Isidro", que nunca fue cuidador de finca, y que desde 1952 fue chofer de Roberto Noble, y tras el fallecimiento de este, continuó desempeñando la misma tarea para Ernestina Herrera de Noble.
Además, la nieta de Yolanda Echagüe de Aragón, Eugenia Duro de Aragón, declaró que su abuela ―quien había fallecido al momento de la investigación― "no fue vecina de Herrera de Noble".
Poco después, el 7 de julio de 1976, Herrera le solicitó a la misma jueza, la adopción de otro bebé, un varón que habría sido dejado ese mismo día en el mismo juzgado de la jueza Hejt, por una persona que dijo ser madre soltera, que exhibió un documento nacional de identidad que luego se comprobó que no le correspondía y dio un domicilio que resultó falso. Ese mismo día, sin más trámite, la jueza le entregó la guarda del bebé y apenas 43 días después le otorga la adopción y le impone el nombre de Felipe Noble Herrera.
La Jueza Hejt es la misma que en 1977, sin disponer medidas para ubicar a su familia y pese a las evidencias de que sus padres habían sido secuestrados por el Ejército, entregó en guarda a Andrés La Blunda, de tres meses, quien recuperó su identidad en 1984.
El fallo que sobreseyó a periodistas acusados de espionaje: