La diputada nacional Soledad Sosa (PO-FIT) visitará este viernes la provincia de Tucumán para acompañar el reclamo de libertad para Belén, la joven que recientemente recibió condena por 8 años de cárcel, luego de estar procesada y detenida durante dos años, acusada de "homicidio agravado por el vínculo" adjudicado a una práctica abortiva negada por la paciente y nunca comprobada por la querella.
En la visita a la provincia se entrevistará con la víctima en el penal, acompañada por la abogada defensora Soledad Deza y legisladoras provinciales del Partido Obrero de Salta y Vanina Biasi, referente de la organización de mujeres Plenario de Trabajadoras.
También participará de la concentración frente a Tribunales convocada por las organizaciones de mujeres y la abogada de Belén para reclamar el pedido de excarcelación ante la Cámara de Casación, y el pedido de nulidad del fallo.
“Viajo a Tucumán para acompañar el pedido de excarcelación de Belén, es un caso emblemático que muestra cómo el Estado se ensaña con las mujeres pobres y jóvenes. Belén, antes de ser condenada, estuvo presa dos años, en un proceso plagado de irregularidades, sin pruebas, y sometida a diversos maltratos. Se trata de una marcada violencia institucional”, denunció Sosa.
Por otra parte, la diputada mendocina del PO repudió la criminalización de las mujeres que deben acudir a prácticas abortivas por diferentes motivos y reclamó la “inmediata legalización del aborto que hoy se cobra la vida de cientos de mujeres por año en nuestro país”. Sosa dijo que “el reclamo por la libertad de Belén se ha nacionalizado en movilizaciones y presentaciones que hemos realizado en el Congreso y legislaturas provinciales para reforzar la lucha por su excarcelación y anulación de la condena”.
La historia de Belén*
Belén, un nombre de fantasía para preservar su identidad, está privada de su libertad desde el 21 de marzo de 2014, cuando fue a la guardia del Hospital Avellaneda con fuertes dolores abdominales. Según pudo reconstruir la abogada que tomó el caso cuando la condenaron, esa madrugada la derivaron al Servicio de Ginecología ante la sospecha de que podría estar teniendo un aborto.
Desde ese momento, la joven empezó a sentirse maltratada, a recibir “miradas feas y acusaciones sobre qué se había hecho”, a escuchar que hacían llamadas a la guardia policial. El médico José Daniel Martín, que la atendió, le informó que estaba teniendo un aborto espontáneo. Belén afirma –y lo repitió en cada una de sus declaraciones– que no sabía que estaba embarazada. Fue condenada el 19 de abril de este año.
En el expediente figura que la jefa de Parteras acudió por indicación del médico Martín, con la Guardia Policial del Avellaneda a los baños del hospital “a la búsqueda del producto que habría expulsado” Belén. En un baño –existen contradicciones acerca de en cuál de ellos, ya que hay varios–, encuentran un feto y automáticamente es nombrado por médicos, médicas, policías y operadores judiciales como “hijo” de Belén, sin que se haya realizado ningún estudio de ADN que corrobore el vínculo, hasta el día de hoy.
Belén declaró también ante el tribunal que “un enfermero me trajo un feto en una cajita y me insultó por lo que le había hecho. Yo le decía eso no es mío y me decía mirá, este es tu hijo”. También declaró que “cuando despertó del legrado en su cama de la Sala 5 estaba rodeada por varios policías que le inspeccionaban sus partes”. Deza destacó que ese tipo de acciones son formas de torturas y tratos degradantes, tal como lo definió en 2013 el Informe del Relator Especial sobre la Tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, de la Comisión contra la Tortura de la ONU, Juan Méndez. Sin embargo, ninguno de los abogados que representaron a Belén a lo largo del proceso penal las cuestionó.
*Datos sobre la historia de Belén tomados de Página 12