El tarifazo eléctrico, del gas y la eliminación del subsidio de riego dejó a las pequeñas y medianas empresas de Mendoza al borde del colapso y el cierre en actividades como frigoríficos, galpones de empaques, bodegas y agroindustrias, según expresó la Federación Económica de Mendoza (FEM) en un reciente informe en el que difundió datos del sector propios y de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
La FEM advirtió días atrás acerca de la situación en el Valle de Uco, donde hay fincas que, por la multiplicación de costos como la luz y el combustible directamente fueron abandonadas sin levantar la cosecha. Es el caso de plantaciones enteras de perales.
"Considerando la problemática de los distintos sistemas productivos de Mendoza causados por el aumento de energía, debemos tener en cuenta que la misma es uno de los insumos de mayor importancia para estas actividades. Es el caso por ejemplo del riego agrícola que se efectúa con agua subterránea, por lo cual la eliminación del subsidio y el aumento en la tarifa, han significado un impacto considerable en dicho sistema productivo", remarcó la FEM.
La entidad mendocina se plegó al ruego de la CAME para que se asista a las economías regionales y sus empresas. La confederación remarcó la situación alarmante que viven los productores patagónicos, por ejemplo, a quienes el gas les llegó con alzas de hasta 2.000%.
De tal manera, la FEM pidió que "se restituya el subsidio por un plazo determinado a las tarifas de riego agrícola de las pequeñas y medianas empresas de servicios y a actividades como frigoríficos, galpones de empaques, bodegas y agroindustrias"
Subas del gas del 2.000%
"La situación de las PyMES patagónicas es entre preocupante y alarmante. A las subas recientes en las tarifas de luz, se sumaron ahora aumentos de hasta 2000% en las facturas de gas que están llegando por el consumo de abril", informó hoy CAME.
Y siguió: "El impacto es fortísimo especialmente en sectores que hacen un uso intensivo de ese recurso en esta época, como lo es la industria o servicios como el turismo. Además, en el caso especial del turismo, se agrega que las empresas ya pasaron las tarifas de la temporada otoño-invierno sin planificar semejante aumento, y deberán ser absorbidos por los empresarios".
Según el "Segundo Monitoreo de Impacto Tarifario" realizado esta semana por CAME entre 100 empresas de la Patagonia, los aumentos difieren entre empresa y empresa, pero afectan a todas las que operan entre Neuquén y Tierra del Fuego.
Para dimensionar la magnitud del impacto: el 88% de las PyMES consultadas recibió aumentos mayores al 500% en las tarifas de gas (quitando incluso el efecto del mayor consumo de abril sobre marzo) y peor aún si se tiene en cuenta que el 65% recibió las tarifas con aumentos mayores al 1000%. Incluso: el 27% tuvo aumentos de entre 1.500 y 2000%.
Algunos de los casos más preocupantes relevados por CAME
Empresa del rubro Educación, Investigación y Desarrollo de Río Grande (Tierra del Fuego): recibió la factura de gas de abril por $47.700 que multiplica por 139 veces a la de marzo $343. Pero quitando el efecto de menor consumo de marzo, el incremento tarifario real del gas es 1.962%.
Almacén pequeño de Río Gallegos (Santa Cruz): la boleta de gas, para el mismo nivel de consumo, pasó de $500 en marzo a $9.200 en abril, es decir, aumentó 1.740%
Comercio Polirubro en Puerto Santa Cruz: la boleta de gas pasó de $290 en marzo a $6.570 en abril (+2.166%), pero quitando el efecto del mayor consumo de abril, el aumento real mensual es de 1.865%.
Pequeño comercio de Cippoletti (Neuquén): la factura de gas pasó de $55 en marzo a $1.480 en abril (+2.591%), aunque sin el efecto de incremento de consumo la suba real fue de 1.870%.
Librería de Río Grande (Tierra del Fuego): la boleta de gas pasó de $165 en marzo a $4.900 en abril (+2.870) pero exceptuando el aumento de consumo, la suba es de 1635%.
Hotel en Puerto Madryn (Chubut): la boleta de gas pasó de $405 en marzo a $11.100 en abril (+2.640), tomando en cuenta el mayor nivel del consumo, el aumento real es de 1340%.
"Entre abril y septiembre muchas empresas hacen un uso intensivo del gas. Si bien todas esperaban una actualización tarifaria, la suba superó ampliamente cualquier expectativa. Lo grave es que presiona muy fuerte sobre los costos de todas las PyMES de la zona, y las pone a muchas entre la decisión real de continuar o cerrar la actividad", señalaron.
"Es indispensable que se busque un equilibrio más sustentable entre la necesidad de actualizar las tarifas y las posibilidades del empresario de asumir esas subas en el actual contexto recesivo. Eso implica o retroaer las tarifas y plantear un esquema de aumentos más gradual, o establecer algún tipo de compensaciones para las PyMES", reclamó la entidad.