El mendocino Alfredo Cornejo se adelantó a plantear públicamente que no piensa poner plata del fisco provincial para asumir el pago de un bono de fin a año a los estatales. En la misma línea se pusieron otros mandatarios, según un relevamiento de opiniones publicado este domingo en el diario La Nación.
Con el correr del debate a cerca del otorgamiento de un bono por única vez para descomprimir el conflicto salarial que tiene en alerta al sindicalismo nacional, con atención principal sobre lo que se genere desde la conducción de la CGT unificada. El costo del bono es mucho menor que el de reabrir paritarias, coinciden los funcionarios macristas y los empresarios que dominan la economía nacional, que tienen llegada directa al riñón del gobierno.
Los gremios más combativos de la central como los de las CTA presionan al conjunto para hacer un paro contra el gobierno y las patronales que se niegan a rediscutir salarios al mismo tiempo que se admite que la inflación destruyó una alta cuota del poder de compra de los salarios con la recomposición en las negociaciones con parámetros errados que fueron instalados por la administración de Mauricio Macri.
El santefesino Miguel Lifschitz, del Partido Socialista, avisó que no puede afrontar el pago "salvo que hubiera algún esfuerzo de coparticipación y algún aporte del propio gobierno nacional".
En la mima sintonía transmitió su mensaje el chaqueño Domingo Peppo: "No estamos en condiciones". A Peppo no le alcanza lo que tiene en las cuentas de Chaco para hacer frente al pago de los aguinaldos a los empleados del gobierno.
“Mendoza no está en condiciones financieras de entregar un bono a fin de año”, declaró a los medios el ministro de Hacienda del radical Cornejo, Martín Kerchner, el lunes pasado abriendo el paraguas al que apelaría una multitud de mandatarios.
Alberto Weretilneck, peronista de Río Negro, María Eugenia Vidal, macrista de Buenos Aires, y Rosana Bertone, peronista de Ushuaia, están en la misma postura de Mendoza, al igual que el peronista sanjuanino Sergio Uñac, aliado con la Casa Rosada en una estrategia para aislar a Cristina Fernández del electorado.
En el escenario opuesto se florearon el salteño Juan Manuel Urtubey, el puntano Alberto Rodríguez Saá, el cordobés Juan Schiaretti y el chubutense Mario Das Neves con anuncios que implican la apelación a un bono, aunque no haya fondos nacionales para costearlo. Los cuatro son peronistas, aunque cada uno tiene su alineamiento estratégico independiente.