Valerio estuvo entre las tendencias de Twitter en Argentina este miércoles en la mañana mientras se preparaba y, luego, realizaba la audiencia pública no vinculante exigida en el camino legal para que el camarista José Virgilio Valerio llegue a la Suprema Corte de Justicia de la Provincia, cargo para el que lo nominó el gobernador Alfredo Cornejo.
El rechazo generalizado que provocó la nominación en los grupos feministas y contra la violencia de género, además de los colectivos por la diversidad sexual, y en las organizaciones que pugnan por el cuidado de los derechos humanos motivó una gran campaña organizada por el gobierno y el aparato de la Unión Cívica radical en defensa del candidato. El oficialismo ponderó el perfil de mano dura del juez por sobre sus antecedentes antisociales al frente de un cargo en una Cámara en lo Criminal, en la que usó argumentos misóginos y homofóbicos para resolver causas con investigaciones de un homicidio de un homosexual y una desaparición de una mujer.
Valerio es cuestionado por los organismos de derechos humanos y los colectivos feministas y contra la violencia de género por sus fallos al respecto siendo integrante de la Segunda Cámara del Crimen de la Primera Circunscripción. Y es apoyado por la Unión Cívica Radical, las corporaciones que dominan el Poder Judicial, el Colegio de Abogados y la Universidades con carrera de Derecho en la Provincia.
Valerio llegó a la audiencia pública con una marcha de más de cinco mil personas por las calles de Mendoza pidiendo al gobernador una rectificación en la nominación. Cornejo con la decisión de catapultar a Valerio a la Corte atiende varios frentes de su construcción política destinada a sumar el poder público en su persona.
La Legislatura la tiene controlada con la mayoría simple que le garantiza su alianza con el Pro, el PD, el Frente Renovador y Libres del Sur. Y cuando le faltan votos o quórum tiene a los dependientes de los intendentes peronistas temerosos de acabar como el santarrosino Sergio Salgado, con prisión preventiva por supuestos delitos que en cualquier caso tendrían al imputado en libertad hasta el juicio, salvo en éste que sirvió para reconfigurar el poder en la Provincia.
La Procuración General quedó a cargo de un subalterno de Cornejo, Alejandro Gullé, del mismo grupo de asesores del radical que proviene Valerio. Con la Legislatura y la Procuración bajo su mando, a Cornejo le falta sólo colonizar la Suprema Corte, tribunal que tiene un ala independiente de su gestión. Contra ese sector que no le responde, nombró a Valerio, quien desembarcará en el tribunal con la misión de neutralizar el poder del grupo de jueces desalineados de la Casa de Gobierno.
La designación de Valerio tiene efectos también hacia la interna radical. Entre las principales rivales de Cornejo en la interna radical se erige Laura Montero, vicegobernadora designada por Julio Cobos en acuerdo con Cornejo para evitar comicios internos previos a la elección de gobernador del 2015.
Montero postulaba el nombramiento de una mujer en la Corte desde su militancia incrustada en el movimiento Ni Una Menos. Con la designación de Valerio, con Montero sentada al lado junto a las mujeres con cargo de la UCR, Cornejo desnudó el oportunismo de su rival dejándola pegada con el candidato "misógino y homofóbico" repudiado en las últimas convocatorias del movimiento heterogéneo Ni Una Menos. Montero no sólo desapareció del escenario contra la violencia de género, sino que pasó a ser la cara de todo lo contrario a esas banderas en Mendoza.
Cornejo le hizo pagar un alto costo a la vice, que mientras tanto pasea con abogados, historiadores y otros universitarios variopintos militando la reforma de la Constitución, un trabajo que Cornejo tiene planeado usar sólo a los fines de su posibilidad de reelección. Todo a costo de su vicegobernadora.
