El gobierno de Alfredo Cornejo consiguió la sanción de la modificación de la estructura salarial docente que decretó al dar por fracasada la negociación en la mesa paritaria con el SUTE con un resultado mucho más ajustado en Diputados que en el Senado. Cornejo padeció más de lo que estimó en un principio para imponer el ítem aula como discriminador salarial entre los trabajadores de la Educación que dan clases y los que no lo hacen.
La votación resultó 23 a 23, con la abstención de dos aliados del radical, y fue definida por el doble voto del presidente de Diputados, Néstor Parés.
La Cámara Baja fue el escenario para las primeras marcas distintivas de la cancha de cada espacio aliado al radicalismo que ayudó a Cornejo a llegar a la Gobernación. El massista Guillermo Pereyra ocasionó una demora de dos días en los planes del gobierno con una actuación guiada por Sergio Massa e interpretada con su socio local Jorge Difonso, intendente de San Carlos. Pereyra se negó a dar quórum para la sesión del lunes sin que antes se convocara a una mesa de diálogo.
Néstor Parés, presidente de Diputados y operador de Cornejo en ese ámbito, convocó a los empresarios y a la Iglesia, además de los gremios, para el martes y avanzó en la organización de la sesión del miércoles, con el compromiso del massimo de ir al recinto, con lo cual el oficialismo solucionó el problema del quórum.
[iframe_galeria src="https://www.flickr.com/photos/javierpolvani/sets/72157666260841616/player"][/iframe_galeria]El miércoles así fue. Pereyra dio quórum y habilitó la sesión que tendría en su transcurso otro golpe de escena que marca la contextura actual de alianza Cambiemos en la Provincia: el ganso Marcos Niven planteó sus críticas al ítem aula al momento de la argumentación y se abstuvo a la hora de la votación, al igual que Pereyra.
Los dos aliados electorales de Cornejo facilitaron el trámite de la media sanción que bajó desde el Senado al texto del decreto de aumento salarial para los trabajadores de la educación, pero dejaron en claro que no están cómodos dentro del núcleo que le garantiza la gobernabilidad a Cornejo sin importar lo que haga la oposición dividida entre peronistas e izquierdistas.
