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Dos marchas en simultáneo se hicieron este viernes cerca del mediodía en Mendoza en repudio a los abusos de la policía local y la reiteración de casos de gatillo fácil y de repentinos "suicidados" en las comisarías.
Una de las protestas se hizo en ronda a los Tribunales, donde se recordó a Leonardo Rodríguez, a 6 meses de que fuera hallado ahorcado en un calabozo de la Comisaría 27. La otra manifestación fue en Moreno y Patricias Mendocinas, de Las Heras, donde vecinos y familiares de Rosita Guzmán marcharon para pedir que los policías que causaron su muerte a balazos cumplan cárcel efectiva.
En ambos casos, los efectivos policiales involucrados al momento del deceso -en el caso de Rodríguez, los que estaban de turno en la comisaría, y en el de Rosita los que participaron de una balacera que culminó con su vida- se desempeñan en comisarías con un grueso historial de abusos de autoridad y gatillo fácil.
En la 27, donde hallaron muerto a Rodríguez (tenía 20 años), se anotan casos paradigmáticos como la ejecución, por le espalda y mientras estaba reducido en el piso, de Jonathan Chandía, según un relevo difundido por el Observatorio de la Violencia de Estado en Mendoza.
“Morir en una celda de comisaría, un lugar teóricamente dispuesto para que ello no suceda, constituye una de las peores expresiones de los métodos de terror represivo vigentes aún en democracia. Estos hechos se suceden cada vez con mayor frecuencia”, señalaron.
En la 16, de Las Heras, el caso de Rosita es parte de una lista de otros siete hechos donde la violencia policial fue el denominador común.